Cuando a un niño travieso se le dice no toques o no hagas esto, se generan dos respuestas inmediatas en él. No hacer caso a la prohibición o preguntar por qué. Si el padre no responde o dice: ‘porque yo lo digo’... va a provocar frustración e inseguridad en su conducta

A un niño travieso hay que explicarle cuáles son las razones para desistir de cruzar corriendo la calle, tocar el enchufe o jugar cerca de la cocina. Evite exagerar las consecuencias, muchos padres recurren al miedo para corregir su conducta.  

Si se busca asustar a un niño travieso para detenerlo en hacer algo que no queremos, lo que se está formando es un niño miedoso. Lo peor de mentirles a los pequeños es que no van a creer ni confiar en los padres. 


NIÑO NEGATIVO

La negación constante y la prohibición exagerada crearán en el niño una personalidad negativa. Sin embargo, es necesario poner límites en su conducta. Recuerde que como padres tienen la responsabilidad de forjar la imagen que su hijo percibe de sí mismo.

El ‘No’ no es la única palabra negativa que los padres utilizan en un niño travieso al momento de resondrar por una mala conducta. En su lugar, use palabras como ‘gracias por ser obediente o qué bien juegas solo con tus juguetes’. Es mejor educar en positivo.

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