Todos los padres han experimentado alguna vez el deseo de compartir la cama con sus hijos, en otros casos, son .

Respecto a esta práctica, Rosa Tenazoa, psicoterapeuta del Centro psicológico Yo Puedo, señala que puede estar justificada en algunas ocasiones, cuando el menor quiere mimos, tiene miedo o en caso se encuentre delicado de salud.

“Cuando el niño duerme con alguien del hogar (padres, hermanos o abuelos) se puede ver perjudicado su desarrollo de, interfieren en el aprendizaje de la autonomía y favorecen la aparición de trastornos de sueño”, explica.

Advierte que las alteraciones del sueño podrían comprometer la segregación de la hormona de crecimiento y condicionar la talla. Por otro lado, la especialista aconseja, escuchar al niño e indagar la causa del por qué se pasa a la habitación de los padres. Si situación es frecuente y altera la calidad de vida del pequeño, se debe consultar con un profesional.

PAUTAS

Es importante enseñar al niño a dormirse solo, no en brazos ni en el sofá y mucho menos en la cama de los padres. Si el pequeño se duerme, déjalo, pero luego trasládalo a su cama. También se debe fomentar el .

“Se le puede leer un cuento o un libro de su preferencia, con una luz baja, hasta que se quede profundamente dormido. Por ningún motivo es recomendable acostarse en la cama de su hijo”, menciona la experta.

Otra buena práctica es establecer un horario al acostarse e inculcarle que se tiene que dormir porque todos necesitan descansar. “No hay que premiarlos con dulces de noche o comida chatarra. Esto puede desencadenar que este despierto toda la madrugada y alterar el sueño de toda la familia”, afirma.

Cuando , puede que necesite un cambio de pañal, tenga algún malestar después de comer o sientan incomodidad. Luego de revisar cada posible motivo y validar que todo está en orden no lo saques de la cuna.

SEPA QUE...

- Dependiendo de la edad ellos requieren dormir entre 8 y 12 horas desde la edad de.

- En la medida que van creciendo acostúmbralos a acostarse a la misma hora, vestirlos con un pijama cómoda y limpia.

- Si está pequeño un baño con agua tibia lo relaja, cantarle una canción de arrullo bajo una luz tenue es una buena estrategia.

- Los fines de semana se le puede permitir al menor que vaya un ratito por la mañana a la cama de los padres.


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