La sensibilidad cutánea puede producirse tanto por el contacto con cosméticos irritantes como por reacción frente a algún agente ambiental, como el viento, la contaminación o el sol.

Sea como fuere cada vez aumenta el porcentaje de pieles grasas, secas o maduras que a lo largo de la vida pasan por periodos de sensibilidad.

Esta creciente   en mujeres que han superado los 30 años requiere un plus de autodefensa incorporado a los cosméticos de uso diario.

QUÉ CONVIENE

El sol es un gran enemigo de la piel ya que sus radiaciones empeoran los problemas de fotoenvejecimiento que la piel ya sufre. Tanto como las manchas existentes se agravan porque la piel produce menos melanina y, por lo tanto, se defiende peor del sol.

Conviene usar protectores incluso en invierno, de índice 35 y enriquecidos con agentes hidratantes.

QUÉ DEBE EVITARSE

Los filtros solares inferiores a 35 y cualquier protección a base de fórmulas muy simples o productos de texturas demasiado ligeras.
Este tipo de piel necesita cremas untuosas y cosméticos cremosos que aporten lípidos a la epidermis.

UNA SUGERENCIA

Aplicarse para limpiar la piel a profundidad. Sacará mejor provecho si elige una con acción antiarrugas y de efecto tensor. Será el contrapunto ideal a la agresión del medio ambiente.

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