El domingo es ideal para desconecatarnos y estar en modo DESCANSO, pero no todos podemos decir lo mismo, hay algunos que en vez, de tirarse a la cama y relajarse viendo una película la pasan mal y entran en un estado de ansiedad que no logran dormir y en muchos casos sienten un bajón horrible. Si algo así te pasa, puede que tengas el Síndrome del Domingo.

La psicóloga clínica, nos describe muy bien sobre este síndrome y nos da algunos consejitos para poder superarlo:

La experta señala que el domingo por la tarde marca la transición entre la semana que acaba y la que comienza. Significa volver a enfrentarlos a las obligaciones más cotidianas. La finalización del descanso y el comienzo de un nuevo ciclo en el que hay que retomar responsabilidades y ocuparse de todo aquello que esté por hacer, para algunas personas la angustia del domingo por la tarde es tan fuerte que llega a causar.

Sintomatología del Síndrome del Domingo

La especialista indica que este síndrome incluye una sintomatología despresiva, ansiedad, malestar, estrés y problemas para conciliar el sueño.

Cómo amortiguar estas sensaciones negativas:

Vivir el presente

Pensar en vivir el presente, ya que el domingo por la tarde o incluso por la noche siguen formando parte del fin de semana. Por muchos problemas que tenga que afrontar mañana, hasta mañana, no es mañana.

Olvida la pareza que produce el domingo en la tarde:

Oblígate un poquito a aprovechar lo que queda del día, estirando el fin de semana. Queda con algún amigo (a) para dar un paseo, lee algún libro o haz un poquito de meditación. Es ideal que busques alguna actividad que te aleje los pensamientos negativos

Hay que oxigenar nuestra mente

A veces pensamos que descansar es estar frente a la televisión sin hacer nada más, pero una charla con los amigos, unas risas, jugar a algo con tus hijos, o tu pareja, hace que te oxigenes mentalmente y te sientas con más energía para empezar la semana.

Rompe tu estado de ánimo negativo

Y, ¿cómo hacerlo? Ponte alguna canción que te anime, ¡baila! ¡ muévete! solo házlo 4 minutos y verás cómo después de moverte te costará pensar negativamente.

Y lo más importante, cuando te vayas a la cama, fíjate en tus pensamientos: ¿Qué te dices? ¿Cómo es tu discurso interior?

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