Es muy importante cuidar nuestra , ya que podemos evitar las alergias y tener un buen sistema inmunológico. Esta comunidad de microorganismo tiene como funciones principales la producción de las vitaminas, recuperar la energía en forma de ácidos grasos y nos protege de la invasión de agentes infecciosos.

La Doctora Cynthia Neglia, nutricionista de la Universidad César Vallejo nos explica sobre la importancia de cuidar nuestra microbiota intestinal.

¿Qué es la microbiota intestinal?

La microbiota intestinal es toda la comunidad de microorganismos que viven en el aparato digestivo, que son indispensables para el correcto crecimiento del desarrollo de la inmunidad para favorecer a una adecuada nutrición de las personas.

¿Cuáles son las principales funciones de la microbiota intestinal?

Tiene tres funciones principales:

Nutrición:

Tiene una función de nutrición y metabolismo. Esto se da al resultado de ciertos procesos bioquímicos de la misma flora, conocida como microbiota, que nos ayuda a recuperar la energía en forma de ácidos grasos. Funciona para la producción de vitaminas y efectos favorables sobre la absorción de calcio y hierro.

Protección:

Previene la invasión de agentes infecciosos o el sobre crecimiento de bacterias patógenas.

Modulación del sistema inmune:

Nos sirve para la proliferación y diferenciación del epitelio intestinal sobre el desarrollo y modulación del sistema inmune.

Microbiota y las alergias

En primer lugar, es importante determinar, cómo es que ocurre el nacimiento de las personas, porque está ligado al microbiota intestinal que tenemos. Por ejemplo: los nacimientos por cesárea o vaginal pueden acarrear diferencias significativas en la composición de esta comunidad bacteriana, que es nuestra flora intestinal.

Hay un respaldo científico donde investigadores señalan que los niños que han nacido por cesárea tienen ciertas bacterias que son menos numerosas en comparación con aquellos niños que han nacido vaginalmente. Estas diferencias en la composición de la microbiota están vinculadas a un mayor riesgo a desarrollar enfermedades alérgicas y asma.

La alimentación es clave

La alimentación es un factor clave para la prevención de la aparición de alergias. La lactancia materna favorece la colonización de bacterias beneficiosas. La leche materna contiene oligosacáridos, que son unos carbohidratos complejos que constituyen el alimento principal de la microbiota intestinal. Contribuyen al mantenimiento de una comunidad bacteriana equilibrada capaz de entrenar el sistema inmunitario y fortalecerlo grande y fuerte.

Cuando una madre decide destetar al bebé, la composición microbiota intestinal cambia, esta se diversifica. Hay varias investigaciones científicas donde han puesto de manifiesto la importancia de optar por una dieta rica en fibra y seguir nutriendo a estas bacterias beneficiosas.

Antibióticos

La exposición a los antibióticos es una de las principales causas de desequilibrio en la microbiota intestinal. Sin embargo, se sabe que estos desequilibrios están ligados a problemas de salud.

Existen pruebas sólidas de que la toma de antibióticos por la madre durante el embarazo aumenta el riesgo de alergias en el recién nacido. La toma de antibióticos en un recién nacido durante el primer mes de vida está vinculado a una alergia a la leche de vaca.

Cabe recalcar, que hay enfermedades en que es necesario el consumo de antibióticos, y para ello, es importante administrar , prebióticos y simbióticos (que es una mezcla de ambos) para restaurar esa microbiota intestinal e incluso reforzar el sistema inmunológico contra las alergias.

Cuidados de nuestra microbiota intestinal

Es importante cuidar nuestra microbiota y eso se logra con una alimentación diversa y balanceada.

¿Qué debemos hacer primero?

Consumir los prebióticos que actúancomo fertilizantes para los microorganismos intestinales y fomentan el crecimiento de bacterias intestinales, que van a beneficiar a nuestra microbiota intestinal. Consumir alimentos de origen vegetal, entre frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos que son naturalmente ricos en fibras prebióticas.

Luego consumir los probióticos, la función de ellos, es como ayudar a sembrar el intestino con microbios beneficiosos específicos.

Hay que tener una dieta rica en fibra soluble, que promueve el crecimiento y la actividad de bacterias beneficiosas como: el ajo, la cebolla, espárragos, alcachofas, plátanos, salvados, frutos secos. Mantener nuestra microbiota intestinal de manera adecuada beneficiará nuestra salud.

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