Los suplementos alimenticios son una opción muy buena para la prevención de enfermedades. Para evitar el envejecimiento del cuerpo, para proporcionar al organismo sustancias o nutrientes necesarios que puede que no se estén incluyendo dentro de la dieta normal. Foto: Pexels.
Los suplementos alimenticios son una opción muy buena para la prevención de enfermedades. Para evitar el envejecimiento del cuerpo, para proporcionar al organismo sustancias o nutrientes necesarios que puede que no se estén incluyendo dentro de la dieta normal. Foto: Pexels.

Para nadie es un secreto que es uno de los pilares más importantes cuando se habla de mantener un estilo de vida saludable. Sin embargo, a medida que van pasando los años ya no resulta suficiente mantener dietas balanceadas, ya que el propio cuerpo desarrolla mayores requerimientos que deben ser solventados. Por ello, se recomienda el consumo de suplementos alimenticios para alcanzar la dosis diaria de nutrientes.

Sylvia Rodríguez, nutricionista del equipo Magnesol, comenta cuáles son los más recomendados y qué se necesita saber antes de incluirlos en la dieta:

1. Magnesio:

es uno de los minerales que presenta diversos beneficios si se consume en la dosis correcta, entre ellas está la capacidad de proporcionar energía y vitalidad, fortalecer el sistema inmune y ayudar en la recuperación muscular. Es recomendable utilizar un suplemento que contenga cloruro de magnesio, ya que al ingresar al cuerpo posee un rango de velocidad del 30% para acceder a la circulación, siendo así uno de los tipos de magnesio con mayor porcentaje de este mineral en su composición.

Asimismo, trabaja junto con nutrientes como el potasio, sodio, fósforo entre otros, para garantizar una contracción muscular adecuada. Debido a su composición química, este suplemento es de fácil absorción si se consume en su estado natural, ya que si se opta por presentaciones como las pastillas efervescentes harán este proceso más lento y no se aprovecharán los nutrientes en su totalidad.

2. Zinc:

El Perú es uno de los países de Latinoamérica con gran cantidad de ciudadanos que presentan niveles de zinc por debajo del promedio. Por eso, antes de suplementarse se debe realizar análisis de sangre para evaluar si se necesita un refuerzo de este mineral, así como determinar la periodicidad del mismo. Este suplemento puede ser consumido por pacientes de la tercera edad, previa consulta con el médico y según la necesidad.

3. Vitamina B12:

Para personas veganas, vegetarianas y flexitarianas, se pide un consumo mínimo de 2500 microgramos a la semana de este nutriente, ya que debido a que no incluyen productos cárnicos dentro de su alimentación, pueden presentar un déficit de B12, por lo que antes de contar con un suplemento de esta vitamina, se deben realizar exámenes de sangre para que el médico pueda determinar la cantidad de tomas diarias. Sin embargo, se ha comprobado científicamente que, no solo las personas que mantienen una alimentación basada en plantas requieren suplementación de este nutriente, sino que, cada vez es más difícil para ciertos pacientes absorber vitamina B12 a través de la alimentación, ya que presentan diversas condiciones de salud que se lo impiden, entre ellas: trastornos estomacales, anemia perniciosa, pacientes que se han sometido a cirugías del estómago o intestino, incluso personas a partir de los 50 años deberían evaluar la suplementación, ya que solo de esta forma el cuerpo podrá abastecerse de todos los nutrientes que necesita para el normal funcionamiento de los sistemas que lo componen.

4. Vitamina D:

El 90% de la vitamina D se obtiene a través del sol, ya que son los rayos solares aquellos que proporcionan de forma natural este nutriente para el cuerpo. Sin embargo, durante el invierno las personas presentan un déficit de este nutriente, debido a la poca exposición solar que se tiene durante la temporada. Por eso, antes de consumir este suplemento se recomienda revisar los niveles de vitamina D en el cuerpo y de esta manera no consumir más de la dosis pre escrita, evitando enfermedades en los huesos a largo plazo.

5. Hierro:

Diversas investigaciones aseguran que durante la menstruación la mujer pierde aproximadamente cerca de 117 ml de hierro, siendo el rango normal de 46 a 259ml. Esta cifra representa una carencia considerable de este nutriente durante el período, lo que en casos extremos podría desencadenar en anemia. Por eso, suplementarse con hierro si se tiene anemia ferropénica diagnosticada será beneficioso para recuperar los componentes que el cuerpo necesita.

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