El trastorno de la personalidad es una de las enfermedades más complejas, ya que implica varios descartes, incluyendo condiciones fisiológicas, pasajeras o permanentes. Es un diagnóstico muy delicado que contempla varios factores y la evaluación de su interacción. De modo que es muy difícil que una persona con este tipo de lo sepa a partir de observarse a sí misma. Además, por otro lado, muchas de estas enfermedades implican sentirse incomprendido y solo, la sensación de que uno es diferente al resto, y que son los demás quienes tienen el problema.

La vocera en esta oportunidad es Natalia Torres, Directora de la carrera de psicología de UPC nos ayuda a conocer más sobre esta enfermedad, cuáles son sus causas, síntomas y cómo saber si uno la padece.

¿Qué es el trastorno de personalidad?

El término trastorno de personalidad agrupa una variedad de enfermedades. Se trata de más de 10 diferentes cuadros, todos los cuales tienen en común, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V) una personalidad en algún sentido problemática o generadora de molestias, sea para el individuo mismo o para quienes viven en su entorno cercano. En este grupo se encuentran el trastorno de personalidad fronterizo, el trastorno de personalidad narcisista, antisocial, dependiente, histriónico, entre otros. Cada uno de estos, tiene particularidades propias, pero comparte la manera de ser en algún sentido disfuncional del sujeto.

¿Cuáles son los síntomas?

Suele tratarse de personas que no se ajustan a las expectativas de la sociedad en cuanto a la manera de percibirse o interpretarse uno mismo, a otras personas o a los acontecimientos; también se desvían de la norma esperada sus respuestas emocionales, que pueden ser excesivamente intensas, o muy cambiantes, e impredecibles. También puede suceder que sus relaciones con otros sean en algún sentido muy problemáticas y suelen tener dificultades para controlar sus impulsos.

Hay que recalcar que no se trata de eventos o conductas aisladas, sino de una forma de ser que acompaña a la persona de forma consistente, generando dificultades para adaptarse al medio en algún área importante de la vida, sea la familia, el trabajo, la pareja, etc.

Adicionalmente podemos decir que, al tratarse de un problema de personalidad, no se puede diagnosticar mientras la personalidad no ha terminado de consolidarse, es decir, en la niñez.

¿Cómo saber si tengo el trastorno de personalidad?

Se trata de enfermedades muy complejas, que implican varios descartes, incluyendo condiciones fisiológicas, pasajeras o permanentes. Es un diagnóstico muy delicado que contempla varios factores y la evaluación de su interacción. De modo que es muy difícil que una persona con este tipo de trastorno lo sepa a partir de observarse a sí misma.

Por otro lado, muchas de estas enfermedades implican sentirse incomprendido y solo, la sensación de que uno es diferente al resto, y que son los demás quienes tienen el problema. Así que es realmente muy difícil encontrarnos con alguna persona con un trastorno de personalidad que se pueda dar cuenta que lo tiene. Es esencial, para saber si se padece de esta enfermedad, acudir a un especialista que pueda evaluar en profundidad y detalle. Y generalmente estas personas buscan ayuda porque alguien los presiona, sea un familiar, una pareja.

Si acuden a buscar ayuda por su cuenta, es por otras dificultades, sean duelos, problemas de pareja, problemas de ansiedad, trastornos alimenticios, temores, en fin, una gama de situaciones que no son el problema de fondo.

¿Qué se debe hacer si se tiene el trastorno de la personalidad?

El día de hoy existen tratamientos eficientes, desde diferentes enfoques psicológicos. Como sucede con cualquier patología psicológica, no es realista decirle a la persona que la padece “Haz esto”, “Pon de tu parte” “No pienses así”. La persona no lo puede controlar, requiere de un tratamiento especializado, profesional, serio y profundo. Y para que este tratamiento tenga éxito en el tiempo, primero habrá que lograr que la persona reconozca su problemática y se comprometa voluntariamente a colaborar en el mismo de manera constante.

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