La sandía es esa fruta fresca y siempre apetecible. Su pulpa posee un color rojo intenso y al ser sumamente dulce y refrescante, es ideal para ser consumida en verano. Pero no solo nos hidrata también nos proporciona una gran cantidad de , minerales y antioxidantes.

Hidratación y depuración. Al estar compuesto en un 92% de agua y lleno de electrolitos importantes, la sandía es un gran aliado para tener a mano durante el verano para evitar la deshidratación. Además, es una buena opción para la limpieza de los riñones y la vejiga. 

Protección. Estudios afirman que ayuda a combatir la acumulación de placa en las arterias que podría provocar un ataque al . La sandía contiene citrulina la cual se transforma en arginina, aminoácido que mantiene en buen estado las arterias, el flujo sanguíneo y la función cardiovascular en general.

Para perder peso. Es la fruta que más cantidad de agua contiene (93%), por lo que su valor calórico es muy bajo, apenas 20 calorías por 100 gramos. Ideal para incluirla en las dietas para bajar de peso. 

Digestión y regularidad. La sandía, debido a su alto contenido de agua y fibra, ayuda a y promueve la regularidad de un sistema digestivo saludable.

Piel. La sandía también es ideal para la piel, ya que contiene vitamina A, un nutriente necesario para el crecimiento de todos los tejidos corporales, incluyendo la piel y el cabello.

Ayuda en la salud sexual. Ayuda a prevenirla disfunción eréctil. Asimismo, la sandía convierte los fluidos corporales (saliva, semen, etc.) en líquidos más dulces y perfumados, efecto que puede ser observado horas después de su consumo.

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