Los gatos son animales muy independientes y por pertenecer a la familia de los felinos generalmente su buena o mala salud no se relaciona fuertemente con su conducta, como si sucede con los , quienes expresan en diversos comportamientos cuán saludables están. Ahora, que sea difícil saber si un minino goza de buena salud, no significa que sea imposible.

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El doctor Juan Alvarado de la Clínica Veterinaria ‘Engreídos’ explica algunas de las características que reúne un gato sano y feliz.

Postura. Los gatos son los amos del equilibrio, deben andar de manera fluida y constante.

Oídos. De color rosado y sin cerumen marrón o negro porque es signo de la presencia de ácaros.

Ojos. Brillantes y claros, sin legaña ni presencia de carnosidades.

Bigotes. Templados y en igual proporción tanto a la derecha como a la izquierda de su rostro.

Nariz. Aterciopelada y de textura un poco áspera. No debe existir secreciones en ninguno de sus orificios nasales.

Boca. Con el paladar y encías color rosa, sin mal aliento. Los dientes deben estar enteros y sin exceso de sarro.

Pelaje. Agradable al tacto y sin heridas, calvicie o parásitos (por ejemplo, pulgas). Un pelaje grueso y seco puede ser una señal de nutrición desequilibrada.

Uñas. Sin descamaciones o rotos y con las almohadillas sin heridas.

Ano. Limpio y sin signos de diarreas o irritaciones.

Sabías que:

El gato siempre hace sentir su presencia en la casa y se muestra curioso, pero cuando se siente afectado por alguna enfermedad, opta por esconderse. Si este comportamiento se prolonga por dos o tres días, es necesario acudir de inmediato al veterinario.

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