Los comienzos de cualquier relación de pareja en general se recuerdan por la pasión de los primeros Se despierta la curiosidad no solo por el cuerpo y sus sensaciones, sino también por la personalidad del otro.

La terapeuta sexual y psicoemocional, comenta que el apego genera una fascinación única, por eso el enamoramiento es, sin lugar a dudas, el mejor afrodisiáco.

¿Qué lo provova?

No solo se trata de la pasión sexual, sino de lo novedoso e incierto de esta nueva etapa. La mente se propone conquistar a esa persona que excita, se desea y entusiasma.

¿Qué es?

La experta señala que el apego se estudió en la relación entre el recién nacido y sus padres, en ese vínculo tan primario en el que el cuidado es fundamenal, pero este sentimiento tan potente se extiende hacia cualquier persona que nos despierte seguridad, pertenencia y afecto, y también se genera en las relaciones sexuales.

Existen en el organismo del hombre y el de la mujer diferentes hormonas ‘del apego’ como la oxcitocina y la vasopresina que son segregadas por el organismo con mayor intensidad durante el acto sexual. Estas hormonas producen una sensación de vinculación especial con la pareja sexual. No es un apego imposible de romper, pero si una fuerza real que compromete a la pareja.

El primer afecto del apego es unir a las personas, que una necesite estar con el otro y viceversa. Se trata de un efecto muy positivo dentro del vínculo, independientemente a la frecuencia de encuentros sexuales.

El apego es eso que salva a la pareja de las crisis, las tensiones, el cansancio, las preocupaciones por trabajo, dinero, enfermedades y miles de perturbaciones externas.

¿Cómo despertar el apego sexual?

Cuando se está en pareja, habrá momentos en los que el interés sexual decaerá, y otros en que la pasión arderá intensamente, antes de apagarse una vez más... y así cíclicamente. Pero cultivar el apego con pequeños detalles, como los besos y las caricias físicas o verbales fuera de la cama, es el abono que alimenta la relación con la pareja sexual.

Con una buena cuota de apego, la sexualidad no tiene por qué deteriorarse con el paso del tiempo y la convivencia. Incluso aunque caiga la frecuencia, si la relación es satisfactoria, la sexualidad adulta logra sabores mucho más profundos y duraderos.

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