¡Ay, mis dientes!
¡Ay, mis dientes!

¿Probar una raspadilla o cremolada resulta una experiencia dolorosa para ti? Si es así, padeces de hipersensibilidad dental. Sixto García Linares, odontólogo y docente de la Universidad de San Marcos, señala que este problema surge porque la capa del esmalte del diente se hace más delgada debido a varios factores, lo que permite que lo frío y caliente ingresen con más fuerza y provoquen molestias.

CAUSAS

La hipersensibilidad aparece –según el especialista- debido a un brusco cepillado, al consumo excesivo de comidas ácidas y de gaseosas, al bruxismo (apretar y rechinar los dientes inconscientemente), al padecimiento de trastornos alimenticios, como la bulimia y la anorexia, y a ciertos procedimientos odontológicos (blanqueamiento y limpieza profunda).

SOLUCIONES

Si te aqueja este problema, debes hacer lo siguiente: cepillarte con suavidad, usar un dentífrico especial para dientes sensibles, reducir el consumo de alimentos muy fríos y calientes por unas semanas, y tener una buena higiene bucal (limpieza con hilo). 

En el caso de que el dolor sea muy intenso, es decir, que hasta las corrientes de aire te incomoden, acude al médico para que evalúe tu caso y prescriba un tratamiento adecuado.

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