Estamos en una de las etapas más bonitas del año donde disfrutamos del sol y nos exponemos a altas temperaturas. Si bien el sol aporta vitamina D, la humedad y el calor hacen que los cuidados adicionales de la piel sean necesarios. Si en invierno una simple es suficiente, en el verano las cosas cambian, pues debemos cuidar más nuestra piel, sobre todo la del rostro.

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Al respecto, la doctora Fiorella Inga Berrospi, directora Médica de In-Aesthetics, recomienda que el cuidado de la piel debe incluir “una adecuada limpieza facial utilizando productos que eliminen el exceso de grasa producto del calor, usar cremas hidratantes, evitar productos con alcohol, usar mascarillas hidratantes al menos una vez por semana, optar por duchas de agua fría, exfoliar la piel regularmente, reducir la cantidad de maquillaje, elegir un protector solar adecuado y, sobre todo beber, agua entre 2 a 3 litros al día.

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¿Es el mismo cuidado la piel de nuestro cuerpo que la piel del rostro?

La piel de la cara, la cabeza, las axilas, las manos y los pies es ligeramente diferente a la piel en el resto de nuestro cuerpo. El rostro contiene una piel mas delgada y casi siempre está en contacto directo con elementos como el sol y los rayos UV, en ese sentido, los cuidados son distintos y deben estar enfocados en la limpieza, hidratación y protección.

¿Es el mismo cuidado la piel de las mujeres que de los hombres?

Está claro que la piel del hombre y la piel de la mujer no son iguales. La piel del hombre es más gruesa y grasa que la piel de la mujer, así como los signos de envejecimiento tardan más en aparecer, pero cuando lo hacen son mas intensos. Por estos motivos para el cuidado de la piel se necesita emplear productos y tratamientos distintos, adaptados a las necesidades masculinas y femeninas.

¿Cómo se debe usar las cremas hidratantes y los protectores solares?

La aplicación de cremas hidratantes es fundamental y se debe realizar en abundancia sobre todo en el cuerpo después de cada ducha, prestando especial atención a las zonas más secas, como talones, codos y rodillas. También al rostro, cuya piel es más fina y requiere de tratamientos específicos según el tipo de piel. El uso de protector solar debe ser diario y cada 2 a 3 horas al menos, incluso si no estuviéramos en la playa o expuestos directamente al sol; es importante renovar el bloqueador.

¿Nuestra alimentación es básica para tener una buena piel?

La alimentación balanceada es básica y sobre todo los alimentos con alto contenido de antioxidantes parecen tener un efecto protector para la piel, entre ellos se recomiendan: zanahorias, nueces, tomates, espinacas y verduras de hoja verde, salmón, caballa y otros pescados grasos, entre otros.

Otros alimentos parecen estar asociados con el daño en la piel. Por ejemplo, las dietas altas en azúcares procesadas o refinadas, u otros carbohidratos y grasas no saludables promueven el envejecimiento de la piel. Por otra parte, el consumo de agua es muy importante ya que la falta de agua en el cuerpo puede producir envejecimiento prematuro y sequedad en la piel.

¿Hay alguna manera de evitar las manchas en la piel?

Las medidas más importantes para evitar las manchas en la piel producidas por el sol son el uso de la protección solar, limitar la exposición de la piel al sol en el horario de mayor radiación, el uso de gorras o sombreros y gafas de sol siempre que sea posible. Si ya se han desarrollado las manchas se pueden tomar medidas para atenuarlas y evitar que reaparezcan a través tratamientos dermatológicos, como peeling químico o terapia con láser CO2.

¿Qué horas no son las recomendadas para exponerse al sol?

No se recomienda la exposición al sol entre 10 de la mañana y 4 de la tarde, ya que en ese horario la exposición a rayos ultravioleta que pueden generar daño en la piel es mayor.

¿En el verano debemos tener más cuidado con nuestra piel?

El verano es la época del año donde estas consideraciones se deben tomar en cuenta no solo para mantener hidratada la piel, sino para evitar enfermedades producto de la alta radiación como el cáncer de piel o para evitar que la piel envejezca prematuramente, perdiendo su elasticidad y favoreciendo la aparición de arrugas.

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