La actriz se convirtió en un ejemplo de coraje y valentía por enfrentar el cáncer de mama y superarlo. Ahora es imagen de la marca Pantene y con esto ha roto todos los estereotipos de belleza. Ella puede ser todo lo que se proponga, incluso ganar un Oscar, como tanto sueña.

Anahí, ¿qué sentiste cuando te llamaron para ser embajadora de una marca de productos para el cabello pese a haberlo perdido?

Me sentí muy contenta y afortunada. Sobre todo porque Pantene me escogió para ser parte de una campaña de prevención del cáncer de mama. Yo soy una sobreviviente de este mal, por eso siento la responsabilidad de concientizar a la gente.

¿Te sientes una mujer bonita?

Me siento una mujer hermosa, más hermosa que antes.

Tres palabras con las que te definirías...

Fuerte, decidida y emotiva.

¿Qué te dejó el cáncer?

El contacto que tuve con las personas que tenían el mismo mal, la comunidad que formamos para darnos valor y soporte, aún en los momentos más oscuros.

¿Podrías decir que eres una mujer nueva?

Una mujer nueva no, pero corregida y aumentada, sí.

¿Qué aprendiste de ti en esa etapa?

Que estamos viviendo con el tiempo prestado, hay que ser feliz ahora.

¿En algún momento tuviste miedo?

En todo momento, pero eso no me paralizó, más bien me dio más valor. El miedo fue mi aliado más grande, porque lo transformé en voluntad.

¿Qué extrañas de la ‘antigua normalidad’?

Poder abrazar a las personas que quiero, ver a mis amigos.

¿Cuál es el rumor más falso que has escuchado de ti?

Que me he muerto.

¿El consejo más bonito que te han dado?

Que medite.

¿Cuál es tu sueño más grande?

Estar para siempre sana. Y, aparte de eso, ganar un Oscar.

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