El consumo de alcohol, helados, cremoladas y bebidas azucaradas no solo disminuyen la producción de saliva, sino que también crean condiciones idóneas para que se reproduzcan los gérmenes. (Foto: Pixabay)
El consumo de alcohol, helados, cremoladas y bebidas azucaradas no solo disminuyen la producción de saliva, sino que también crean condiciones idóneas para que se reproduzcan los gérmenes. (Foto: Pixabay)

El verano es la época del año en la que estamos socialmente más activos: nos reunimos con familiares y amigos, organizamos salidas a la playa y la piscina, planificamos vacaciones y disfrutamos del tiempo de relajo. 

Esta serie de actividades son beneficiosas para nosotros, pero no debemos descuidar nuestros buenos hábitos de higiene y alimentación.

La odontóloga y cofundadora de OdontoStudio, Susan Alarcón, asegura que “los microorganismos y las bacterias que habitan en nuestra boca no se van de ‘vacaciones’ en verano, por el contrario ‘trabajan’ más que nunca en esta época del año”.

“El consumo de alcohol, helados, cremoladas y bebidas azucaradas,  como las gaseosas y refrescos, no solo disminuyen la producción de saliva, sino que también crean condiciones idóneas para que se reproduzcan los gérmenes y bacterias que causan el mal aliento y caries en nuestra boca”, comenta la especialista. 

Por si fuera poco, la exposición solar y el calor producen deshidratación, sequedad bucal y reducción de producción de la saliva, para eso es fundamental hidratarnos naturalmente mediante el consumo regular de agua, verduras y frutas refrescantes. 

La especialista aconseja que moderemos el consumo de estos alimentos y bebidas, por estas razones. 

1. Helados y otros congelados. Para combatir el calor, ¿a quién no le apetece uno? No está mal que te refresques, pero no hay que abusar de estos, ya que todos tienen una gran cantidad de azúcar como ingrediente. 

Y cuanto más se exponemos nuestros dientes a la glucosa, más susceptibles son de desarrollar diversas patologías como el sarro y la caries. 

2. Gaseosa, refrescos y bebidas alcohólicas.  Además de contener azúcar, su pH ácido erosiona el esmalte y la dentina, facilitando la aparición de hipersensibilidad. Siempre que los consumas, lleva un kit de limpieza dental y úsalo luego de ingerir este tipo de bebidas. 

Un buen cepillado, al menos durante dos minutos, podría ayudarnos.

3. Raspadillas, cremoladas, chupetes y hielo. Muchas personas tienen el hábito de masticar cubitos de hielo o consumir sus derivados para saciar la sed y el calor, pero esta actividad puede causar fracturas y fisuras en las piezas dentales. 

Existen tratamientos estético-dentales como las carillas, restauraciones con resina o algún tratamiento de prótesis fija, pero es mejor ser cautelosos con el consumo de éstos alimentos para evitar dañar nuestros dientes. 

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