Un hombre dedicado al hurto en e identificado como Luis ha sido noticia en estos últimos meses por realizar el último mega asalto de su vida tras ser diagnosticado con cáncer terminal.

Según detalla el medio La Vanguardia, Luis tardó en reponerse de la trágica noticia y decidió después de un tiempo ponerse a maquinar su próximo objetivo. Por tal motivo, durante varios días se dedicó a idear el plan del último asalto de su vida. Pero esto no iba a poder ejecutarse de manera individual, debía buscar a algún compañero de este tipo de “travesías”.

En Uruguay, Luis se contactó con su compatriota Marcelo, radicado hace unos años en Barcelona, . En ese entonces, su amigo personal estaba dedicado al tráfico de drogas y ya no a los asaltos en lujosas joyerías. Sin embargo, todo se modificó con la inesperada llamada desde suelo sudamericano.

Vamos a hacer una última chambita”, le dijo Luis a su amigo en España. No tardó mucho en convencerlo y de esta manera ya estaba encaminado el plan para no dejar a su familia sin dinero una vez que muera.

El apoyo del experimentado Marcelo

En 2006, Marcelo ya asaltaba grifos junto a una banda de ciudadanos uruguayos. No obstante, comenzó a ser conocido para las autoridades seis años después. En ese entonces, Marcelo integraba la reconocida Banda del Dogo. A estos compañeros los conoció en la cárcel y quedó ligado por un buen tiempo a esta organización que en Argentina cometieron diversos actos criminales.

Además, esta banda tenía asaltos en varios lugares de Europa como Barcelona. Marcelo logró un buen puesto tras el pasar de los años. Incluso, estuvo en la época en los que lo Mossos d’Esquadra investigaban por todos lados a estos delincuentes que sembraban el temor en las calles españolas.

La banda del Dogo estaba bien organizada y no era fácil seguirles el rastro. Por lo general, estaba compuesta por varios argentinos y no podían identificarlos. Su central se ubicaba en Buenos Aires y en Córdoba y no eran muy conocidos en Europa. Su papel en el viejo continente era pasar un día en la ciudad, asaltar y salir raudamente de la zona sin dejar huella.

Punto de quiebre

El punto de quiebre para atrapar a los integrantes de la banda del Dogo fue un asalto frustrado en Cornella. Al momento de su escape falleció uno de los delincuentes que participaba en el atraco. Un día más tarde en el entierro, todos los criminales fueron a despedir al joven llamado “Nico”.

Los Mossos d’Esquadra todavía tienen muy presente este hecho, sostiene La Vanguardia. Los sujetos de la banda estaban presentes en el lugar con el rostro totalmente descubierto.

La banda del Dogo fue desarticulada un tiempo después y entre los detenidos apareció Marcelo, que quedó libre porque el joyero del asalto frustrado no logró identificarlo.

Por ello, Marcelo decidió dedicarse en ese instante al tráfico de drogas.

El asalto

Luego de haber desarticulado la banda, las autoridades de Barcelona recibieron la alerta de un nuevo asalto a una joyería en octubre de 2018. Los testigos habían dicho que los hombres tenían acento argentino.

Han vuelto”, dijeron Los Mossos en referencia a la banda del Dogo. Pero la posibilidad de que la organización haya regresado a los atracos fue descartada al ver a Luis junto a Marcelo con el rostro completamente descubierto.

Marcelo ingresó al local con Luis, que estaba en una silla de ruedas aparentando ser un inválido. Luego de un momento de ver los objetos de valor, el supuesto discapacitado se levantó de la silla y apuntó con una pistola a los trabajadores.

Ambos se llevaron una botín valorizado en 1,3 millones de euros. Inmediatamente, salieron del establecimiento y se subieron a dos motos que los esperaban en la puerta.

Operativo de captura

Tras el robo, Marcelo compró una vivienda gigante con jardín en Vallirana junto a su esposa e hija de 16 años. Además, adquirió un vehículo marca Audi y un Jaguar.

Después de haber transcurrido 12 meses, una patrulla de la policía de Barcelona divisó a dos hombres actuando de manera sospechosa en un bar.

Uno de los dos tenía en su mano un reloj valorizado en 5 mil euros. El hombre fue detenido y la policía descubrió que lo que tenía en la mano era uno de los objetos que robaron Luis y Marcelo de la joyería.

Los Mossos fueron atando cabos y este ciudadano argentino era el joyero al que le habían vendido todas las piezas robadas. Marcelo fue arrestado el 19 de noviembre junto a nueve personas más por el asalto a la joyería.

De Luis, otro de los involucrados en el atraco, se sabe poco. Las autoridades no tenían mayores datos de sus últimos movimientos, solo que había fallecido meses antes debido al cáncer que le diagnosticaron antes de este golpe final.



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