¡CUMPLEAÑOS MORTAL! En plena cuarentena por la que azota el mundo, una reunión familiar que se llevó a cabo en marzo para celebrar el cumpleaños de un integrante provocó la muerte de tres hermanos en Sao Paulo, Brasil y otros 14 de sus miembros se contagiaron de COVID-19.

Según los resultados de los análisis que se le practicó a una de las fallecidas, sumado a la opinión de los médicos, la desgracia fue propiciada por el nuevo coronavirus.

De acuerdo a la organizadora de la fiesta Vera Lúcia Pereira casi renuncia a la celebración debido al avance de la pandemia. “Teníamos dudas, pero decidimos hacerla, porque no había tantos casos en el país”, dice la cumpleañera a BBC News Brasil.

Ese día, el 13 de marzo, se confirmaron 98 casos de coronavirus en el país, de los cuales 56 estaban en Sao Paulo, pero a pesar de eso la fiesta se realizó y tuvo 28 invitados. Entre las personas que asistieron a la reunión se encontraban los hermanos de su esposo Paulo Vieira, quien lamentablemente murió dos semanas más tarde. También asistieron las hermanas de la cumpleañera y algunos sobrinos.

Tras varios días del cumpleaños de la mujer, los miembros de la familia comenzaron a presentar síntomas del COVID-19.

Posteriormente, tres hermanos de la misma familia murieron con sospecha de haber contraído el nuevo coronavirus.

“Es una gran tristeza. Esto solo muestra cuán agresiva es esta enfermedad, porque a pesar de que tuvo acceso al hospital y a respiradores mecánicos, no pudieron salvarla”, comentó la hija de la mujer.

TRISTE ADIÓS

"Todo fue muy horrible. Éramos siete hermanos muy cercanos. Nos queríamos mucho. La vida de la familia se convirtió en una pesadilla. He vivido a base de tranquilizantes. Todavía me pregunto si todo esto fue real. Seguí de cerca el sufrimiento de mis hermanos, especialmente de mi hermana, y no quiero eso para nadie ", dice Maria do Carmo Vieira.

Salete y Paulo fueron enterrados en un ataúd sellado, según lo recomendado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria para casos sospechosos o confirmados de covid-19. Clovis fue incinerado, un deseo que había expresado a la familia.

Las tres ceremonias se celebraron por separado, en los días posteriores a cada una de las muertes. Los funerales fueron breves, duraron unos minutos y reunieron un máximo de 10 personas, según la guía de las autoridades de Brasil.

SOBREVIVIENTES

Los sobrevivientes de la fiesta del 13 de marzo permanecen aislados.

Los que han tenido problemas de salud se han recuperado, aunque todos eligieron permanecer en cuarentena como medida de precaución.

“Esto no es un resfriado. Es una catástrofe. Es un virus horrible y muy cruel. Puede llevarse a las personas muy rápidamente. Todos deben comprender la importancia de cuidarse, aislarse y cuidar de los suyos. Es esencial tener más empatía y respeto por los demás en este momento”, dice Rafaela Hanae, la única hija de Salete.

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