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Tras la segunda ola de en , los datos estadísticos de los pacientes graves internados en los hospitales cambiaron rotundamente. A partir de los primeros días del 2021, el gigante sudamericano comenzó a tener un repunte en de casos, en su mayoría por la variante brasileña, y con mayor incidencia en la población joven.

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“Tenemos pacientes por lo demás sanos que tienen entre 30 y 50 años y ese es el perfil de la mayoría de los pacientes. Ese es el gran diferenciador en esta última ola”, declaró a CNN el doctor Pedro Archer, médico de cuidados intensivos de Río de Janeiro.

Según indica el Ministerio de Salud de Brasil, y un análisis hecho por la agencia de noticias AFP sobre las edades de los pacientes, se encontró que las personas con edades entre 30 a 59 años representaban un 27% de las muertes por coronavirus, esto marca un incremento del 7% respecto a las cifras anteriores a diciembre. Por otra parte, las muertes en adultos mayores se han reducido en un 7%.

Los mismos funcionarios aseveraron que el 60% de los pacientes más jóvenes con COVID-19 necesitaban camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Factores

Los expertos indican que esta alza de pacientes jóvenes con coronavirus coindice con la llegada de la variante brasileña a dicho país, la cual es hasta 2,2 veces más trasmisible que el virus del Sars-Cov-2 sin alteraciones.

Un estudio del 4 marzo dice que en 8 estados se vio que más de la mitad de nuevos infectados por COVID-19 portan las variantes del virus.

Por otra parte, las fiestas y reuniones clandestinas que son clausuradas por las autoridades durante los fines semana, donde participan jóvenes en su mayoría, pueden ser un factor que influye en la descontrolada alza de pacientes jóvenes en los hospitales. A ello se suma una lenta campaña de vacunación.

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