El ensayo clínico PRIMA-CoV, que se llevó a cabo el pasado 12 de diciembre en la Sala Apolo de Barcelona para validar la eficacia de los test de antígenos como estrategia para posibilitar la celebración de conciertos, ha revelado que ninguno de los 463 asistentes se contagió, pese a que se celebró sin distancia social.

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“Los resultados son contundentes y permiten afirmar que, si se reproduce un estudio con las mismas condiciones, los resultados serían siempre los mismos. Es seguro llevar a cabo este tipo de actividades y conciertos”, comentó el doctor Josep Maria Llibre, uno de los responsables del estudio, en la presentación de los resultados, informa EFE.

Según los resultados difundidos este miércoles, se registraron dos infecciones entre las 496 personas del grupo control, es decir, aquellas que no entraron al concierto.

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El ensayo clínico fue liderado por la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Can Ruti) y el Primavera Sound, que puede ser de gran utilidad para la futura celebración de conciertos.

Los doctores Josep Maria Llibre y Boris Revollo, responsables del estudio, explicaron que pese a que no hubo distanciamiento social se tomaron otras medidas: tests de antígenos, mascarillas FFP2 y control de flujos.

Al recinto los asistentes se les entregó mascarillas N95. El uso de esta era obligatorio salvo para consumir bebidas

“El estudio permite decir que si haces una actividad similar será segura, pero cuanto más te alejes de estas características, mayor es la incertidumbre”, afirmó Llibre.

El director del Primavera Sound, que impulsó el ensayo, Pablo Soler, celebró los resultados y, aunque ha señalado que aún quedan “muchos meses” de trabajo, ha augurado que “este es el inicio del camino de la reapertura”.

Los participantes del ensayo tenían entre 18 a 59 años, no sufrían enfermedades de base, no convivían con personas mayores y no habían sido diagnosticados de coronavirus en los últimos 14 días.

La Sala Apolo delimitó un espacio exterior para fumadores dentro del local, con control estricto del número de personas que estaban simultáneamente. La zona de bar y consumo, con capacidad para 1,600 personas, estaba localizado en otra zona y las bebidas solo se tomaban en ese lugar.

Pese a estas prohibiciones, no se pidió mantener ningún distanciamiento físico durante el concierto y se permitió cantar y bailar, pero siempre con las mascarillas.




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