Marie Trainer, una residente en el estado de Ohio se levantó sorprendida luego de 10 días tras ser inducida a un coma: le habían amputado los brazos y las piernas para salvar su vida. El motivo: la lamedura de su perro. 

La lamida de su mascota contenía Capnocytophaga canimorsus, una bacteria que residía en la boca de su perro y entró a su cuerpo a través de una herida de la afectada. 

Según petición de la familia para ayudar a Trainer, la mujer tenía "dolores insoportables en manos y piernas". 

El último 12 de mayo, la mujer ya no podía respirar por sí misma y fue a emergencia para inducirla a un coma. Los médicos no tuvieron otra opción que amputarle sus extremidades: la bacteria ya había atacado pequeños vasos en sus brazos, manos, piernas y pies. 

"En los días y semanas siguientes, supimos que la infección había causado demasiado daño a los músculos y que la disminución del flujo sanguíneo provocaría la amputación de sus piernas, manos y la mayoría de sus brazos. Su vida, nuestras vidas, todo como ella y nosotros sabíamos que ha cambiado para siempre", comentó la familia. 

Marie Trainer también se sorprendió cuando abrió los ojos y descubrió las amputaciones: "No sabía dónde estaba. Fue muy duro descubrir que tuvieron que quitarme las piernas y los brazos, muy difícil de aceptar". 

Sin embargo, gracias a la rápida intervención de los médicos la mujer sigue con vida. 

La bacteria Capnocytophaga canimorsus no tiene graves consecuencias como la que sufrió la estadounidense. 

La cadena Fox 8 entrevistó a la doctora Margaret Kobe, directora médica de enfermedades infecciosas en el hospital donde se trató a Trainer, para explicar de qué se trata esta bacteria. 

"Es bastante común en la flora oral o en la boca de los perros y puede transmitirse a través de una mordedura o, a veces solo por el contacto con saliva", informó la galena. 

Hasta el momento, Trainer pasó por al menos 8 cirugías y en más de sesenta días luchó por su vida en el hospital, por lo tanto, su familia creó una recaudación de fondos para Marie, pues "necesitará muchas modificaciones en su vida". 

La doctora Kobe y la paciente quieren transmitir la idea de que hay que ser conscientes de los gérmenes y las infecciones que habitan en las mascotas. Pese a lo sucedido, Marie no pretende deshacerse de su perro y espera volver pronto a casa para abrazarlo. 

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