El Búho nos recuerda un poco a Martin Luther King
El Búho nos recuerda un poco a Martin Luther King

Este Búho cree que la juventud debe agradecerle mucho a la música. Gracias a hermosas canciones y videos, millones de adolescentes y jóvenes han sabido de grandes historias y personajes que, de lo contrario, nunca hubiesen podido conocer. El notable grupo irlandés U2 grabó en los 80 un tema conmovedor titulado ‘Pride’ (In The Name Of Love), ‘Orgullo. En el nombre del amor’, dedicado al reverendo Martin Luther King, el mártir de la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos: ‘Un hombre llegó en nombre del amor/Un hombre llegó y se fue/Un hombre llegó para justificar/Un hombre llegó para derrocar/En el nombre del amor/que más en el nombre del amor/ (…) Por la mañana temprano/el 4 de abril/Un disparo suena en los cielos de Memphis/Libre al fin/Se llevaron tu vida/no pudieron llevarse tu orgullo’.

Había que ser de piedra para no conmoverse ante la potente y desgarradora voz de Bono, mientras en la pantalla se observaba al recordado líder negro con miles de manifestantes en la marcha a Washington. King inició, a fines de los años 50, una heroica lucha por los derechos más elementales de los afroamericanos en una sociedad norteamericana que, cien años antes, había librado una cruenta guerra civil ¡precisamente para liberarlos de la esclavitud! Era inconcebible que a mediados del siglo XX, siguieran segregados, en el sur, de manera escandalosa. En restaurantes y otros establecimientos se ponían letreros en donde se leía ‘se prohíbe el ingreso de perros y negros’. Resulta paradójico que tenga que hablar del recordado Premio Nobel de la Paz de 1964, cuando un candidato acusado de plagiador osa compararse con el mártir. La ignorancia es y será atrevida.

La lucha de King fue durísima porque se enfrentaba al racismo más cavernario y criminal, cuando el tenebroso movimiento ‘Ku Klux Klan’ linchaba a ciudadanos negros. El reverendo Luther King había nacido en el sur, en Georgia, y desde niño sufrió en carne propia la discriminación. Reveló que se dio cuenta que algo malo pasaba cuando un día sus dos amiguitos blancos le dijeron que ya no podían jugar con él porque era negro. En los cines, los blancos se sentaban en la platea y a los negros los mandaban arriba, a ‘los gallineros’. Había escuelas para blancos y para negros. Por ello, estudió Teología, para encontrar en la religión la solución a esa degradante forma de vida.

Recibió su doctorado de Teología en la Universidad de Boston, y se fue a trabajar a, tal vez, la ciudad más racista de los Estados Unidos, Montgomery, Alabama, donde sucedería un acontecimiento que cambiaría el curso de la lucha por la igualdad en Estados Unidos. ‘El boicot a los autobuses en Montgomery’ constituyó la primera gran victoria de King. Y fue una mujer quien ocasionó que se derrumbara el humillante trato a los afroamericanos en los autobuses de Montgomery. Una costurera afroamericana, que volvía a casa agotada por trabajar todo el día, se negó a cederle el asiento a un jovencito blanco.

El chofer llamó a la policía, a palazos la llevaron a la cárcel y la multaron con 20 dólares. Luther King organizó el boicot a esa línea. Ningún afroamericano subiría a un bus de la empresa segregacionista. Duró un año, pero se modificaron las leyes en esa racista ciudad. Luego, otra lucha histórica. Contra la segregación del voto en el pueblo de Selma, Alabama. Martin Luther King organiza una histórica marcha de Selma a Alabama para protestar, y es reprimida con tanta violencia por la policía y matones que la denominan ‘Domingo sangriento’. El presidente Lyndon B. Johnson tuvo que reunirse con King y los derechos civiles fueron repuestos en todo el estado. Luego vendría la gran marcha a Washington, donde Luther King, ante 250 mil personas frente al monumento de Washington, deja su discurso ya redactado para contar que soñó que los hijos de los esclavos y los de sus antiguos amos se sentaban a la misma mesa como iguales.

En su último discurso en Memphis, el 4 de abril de 1968, horas antes de morir, advirtió ente miles de manifestantes: ‘Se vienen tiempos difíciles y no sabemos lo que va a pasar. No tengo miedo. Tal vez no llegaré a la tierra prometida con todos ustedes’. Frases premonitorias. Cuando estaba en el balcón del ‘Lorraine Motel’, en Memphis, recibió un disparo en la garganta. Un tipo rubio, según testigos, lo baleó desde otro edificio. La lucha de King, que bebió del pacifismo activo, movilizador, humanista y táctico de Gandhi, sirvió de herramienta a futuros defensores de la libertad. Por eso, no logro entender qué tiene que ver el gran mártir de la libertad con el supuesto ‘Doctor bamba norteño’, candidato electoral. Apago el televisor.

Este Búho cree que la juventud debe agradecerle mucho a la música. Gracias a hermosas canciones y videos, millones de adolescentes y jóvenes han sabido de grandes historias y personajes que, de lo contrario, nunca hubiesen podido conocer. El notable grupo irlandés U2 grabó en los 80 un tema conmovedor titulado ‘Pride’ (In The Name Of Love), ‘Orgullo. En el nombre del amor’, dedicado al reverendo Martin Luther King, el mártir de la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos: ‘Un hombre llegó en nombre del amor/Un hombre llegó y se fue/Un hombre llegó para justificar/Un hombre llegó para derrocar/En el nombre del amor/que más en el nombre del amor/ (…) Por la mañana temprano/el 4 de abril/Un disparo suena en los cielos de Memphis/Libre al fin/Se llevaron tu vida/no pudieron llevarse tu orgullo’.

Había que ser de piedra para no conmoverse ante la potente y desgarradora voz de Bono, mientras en la pantalla se observaba al recordado líder negro con miles de manifestantes en la marcha a Washington. King inició, a fines de los años 50, una heroica lucha por los derechos más elementales de los afroamericanos en una sociedad norteamericana que, cien años antes, había librado una cruenta guerra civil ¡precisamente para liberarlos de la esclavitud! Era inconcebible que a mediados del siglo XX, siguieran segregados, en el sur, de manera escandalosa. En restaurantes y otros establecimientos se ponían letreros en donde se leía ‘se prohíbe el ingreso de perros y negros’. Resulta paradójico que tenga que hablar del recordado Premio Nobel de la Paz de 1964, cuando un candidato acusado de plagiador osa compararse con el mártir. La ignorancia es y será atrevida.

La lucha de King fue durísima porque se enfrentaba al racismo más cavernario y criminal, cuando el tenebroso movimiento ‘Ku Klux Klan’ linchaba a ciudadanos negros. El reverendo Luther King había nacido en el sur, en Georgia, y desde niño sufrió en carne propia la discriminación. Reveló que se dio cuenta que algo malo pasaba cuando un día sus dos amiguitos blancos le dijeron que ya no podían jugar con él porque era negro. En los cines, los blancos se sentaban en la platea y a los negros los mandaban arriba, a ‘los gallineros’. Había escuelas para blancos y para negros. Por ello, estudió Teología, para encontrar en la religión la solución a esa degradante forma de vida.

Recibió su doctorado de Teología en la Universidad de Boston, y se fue a trabajar a, tal vez, la ciudad más racista de los Estados Unidos, Montgomery, Alabama, donde sucedería un acontecimiento que cambiaría el curso de la lucha por la igualdad en Estados Unidos. ‘El boicot a los autobuses en Montgomery’ constituyó la primera gran victoria de King. Y fue una mujer quien ocasionó que se derrumbara el humillante trato a los afroamericanos en los autobuses de Montgomery. Una costurera afroamericana, que volvía a casa agotada por trabajar todo el día, se negó a cederle el asiento a un jovencito blanco.

El chofer llamó a la policía, a palazos la llevaron a la cárcel y la multaron con 20 dólares. Luther King organizó el boicot a esa línea. Ningún afroamericano subiría a un bus de la empresa segregacionista. Duró un año, pero se modificaron las leyes en esa racista ciudad. Luego, otra lucha histórica. Contra la segregación del voto en el pueblo de Selma, Alabama. Martin Luther King organiza una histórica marcha de Selma a Alabama para protestar, y es reprimida con tanta violencia por la policía y matones que la denominan ‘Domingo sangriento’. El presidente Lyndon B. Johnson tuvo que reunirse con King y los derechos civiles fueron repuestos en todo el estado. Luego vendría la gran marcha a Washington, donde Luther King, ante 250 mil personas frente al monumento de Washington, deja su discurso ya redactado para contar que soñó que los hijos de los esclavos y los de sus antiguos amos se sentaban a la misma mesa como iguales.

En su último discurso en Memphis, el 4 de abril de 1968, horas antes de morir, advirtió ente miles de manifestantes: ‘Se vienen tiempos difíciles y no sabemos lo que va a pasar. No tengo miedo. Tal vez no llegaré a la tierra prometida con todos ustedes’. Frases premonitorias. Cuando estaba en el balcón del ‘Lorraine Motel’, en Memphis, recibió un disparo en la garganta. Un tipo rubio, según testigos, lo baleó desde otro edificio. La lucha de King, que bebió del pacifismo activo, movilizador, humanista y táctico de Gandhi, sirvió de herramienta a futuros defensores de la libertad. Por eso, no logro entender qué tiene que ver el gran mártir de la libertad con el supuesto ‘Doctor bamba norteño’, candidato electoral. Apago el televisor.

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