Este Búho felicita a la Policía Antidrogas que logró la captura del sanguinario delincuente Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, en Colombia. Aunque estaba prófugo y se movía en la clandestinidad, tenía una vida de lujos en Medellín, desde donde seguía dirigiendo a su banda de extorsionadores, sicarios y narcotraficantes en el Callao. En la ciudad colombiana, donde Pablo Escobar cimentó su leyenda, el delincuente peruano vivía en un confortable dúplex muy bien amoblado y decorado. A sangre y fuego, mandó durante años en nuestro primer puerto. La Policía cree que ordenó la muerte de más de cien personas. Lo consideran un psicópata sádico y cruel para quien la vida ajena no vale absolutamente nada. En el Callao, la gente teme hablar mal de él hasta en reuniones de amigos, pues señalan que si llega a sus oídos, simplemente ordena a sus sicarios que callen para siempre al que se fue de boca. Se afirma que el promotor de fiestas y amigo de Gerald Oropeza López, Patrick Zapata Coletti, fue asesinado por órdenes suyas. También es acusado de haber mandado a matar a Wilbur Castillo Sánchez, en venganza porque ayudó a desbaratar su banda ‘Barrio King’. A Wilbur, un grupo de sicarios en auto lo acribilló cuando conducía en una calle del Callao. ‘Caracol’ también es sindicado como el cabecilla de la mafia que controla el multimillonario negocio del ‘preñado’ de containers con decenas y cientos de kilos de droga que, a través del terminal marítimo, salen con dirección a Estados Unidos y Europa. Algunos quisieron ocupar su lugar, pero pagaron el atrevimiento recibiendo una lluvia de balas. La Policía sostiene que también dirige las extorsiones en las obras de construcción en el primer puerto. Un negocio tan próspero como sangriento, pues produce millones de soles y cadáveres en cantidad. Pero ‘Caracol’ no hubiera podido adueñarse del primer puerto sino fuera porque hay autoridades corruptas que están bajo sus órdenes y lo protegen a cambio de grandes cantidades de dinero.

Cuando estaba preso en el penal ‘Sarita Colonia’ era el ‘taita’, el capo. Esa cárcel era su centro de operaciones, desde donde planeaba y ejecutaba las extorsiones, asesinatos y la venta de droga. Una muestra de su poder es que, cuando salió libre, una camioneta ingresó al mismo penal para llevárselo. ¡Increíble! El experto en seguridad de Peruanos Por el Kambio, que lidera Pedro Pablo Kuczynski, Gino Costa, remarcó ayer en reveladora entrevista con Trome que es necesario fortalecer el trabajo de inteligencia para identificar a los miembros de las organizaciones criminales en el primer puerto, y a sus socios encubridores en la Fiscalía, Poder Judicial y el INPE, así como en la política, “porque afirma Costa en el Callao lo que tenemos es un gran Áncash, con las autoridades políticas involucradas en los negocios de extorsión que están vinculados al tema del narcotráfico, del sicariato y de las drogas”. Esas malas autoridades a algunas de las cuales vemos en programas de farándula bailando y aprovechándose de las personas más humildes haciéndoles regalitos deben ser investigadas y juzgadas. Hay que ver si ‘Caracol’ sigue ejerciendo poder. Si es así, lo volverán a poner en ‘Sarita Colonia’, que es como su oficina, para que siga dirigiendo su banda. Por su alta peligrosidad, debe ser enviado a Challapalca, en la gélida puna de Tacna, a más de 4,800 metros sobre el nivel del mar, donde no hay señal de teléfonos celulares, o en la Base Naval del Callao. Este caso debe ser un ejemplo de que los criminales siempre acaban mal. Porque no puede ser posible que un delincuente como el peligroso Junior Tarazona Acher, ‘Jota’, haya salido libre hace unos días del penal ‘Piedras gordas’ gracias a una extraña orden del juez Javier Alberto Gonzales Tasayco, titular del 24° Juzgado Penal de Lima, quien le dio comparecencia restringida, pese a que es acusado de tráfico de drogas y de haber ordenado el ataque al Porsche de Gerald Oropeza. Tampoco importó que tenía en su poder armamento de guerra cuando fue capturado y que un informe de inteligencia de la Policía señala que, por venganza, estaría planeando el asesinato de los suboficiales que lo atraparon, además de un coronel y un comandante. Para ello estaría en alianza con otras organizaciones criminales, según el referido informe. La captura de ‘Caracol’ tiene que ser el primer paso para terminar con la corrupción en el Callao, que de una vez debe ser intervenida, como se hizo en Áncash. Apago el televisor.

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