Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una sopa seca chinchana con carne de gallina, pasas, aceitunas negras y una carapulcra con yucas, ensalada de cebolla y un refresco de maracuyá fresquecito. “María, ahora que los escolares están de vacaciones, muchos han sido matriculados en distintos cursos de verano para que aprovechen el tiempo y no se pasen horas frente al televisor, el Smartphone o la computadora. Miles llevan clases de natación, fútbol, vóley, karate, pintura, cerámica, marinera, guitarra, inglés, matemáticas y mucho más. Los padres tienen la obligación de vigilarlos, principalmente cuando son pequeños, pues abundan los pedófilos, esos monstruos que abusan sexualmente de los niños.

No le quiero malograr las vacaciones a nadie asustándolos, ni tampoco es la intención que ya no pongan a aprender algo a sus hijos. Simplemente digo que, para no lamentarnos, hay que estar prevenidos. Obviamente, la inmensa mayoría de profesores de cursos vacacionales son personas serias y honestas. Pero hay un pequeño grupo de monstruos que se camufla entre los maestros de verdad para cometer sus cochinadas. No debemos olvidar que el pederasta es una persona muy hábil para engañar, manipular y estar siempre cerca de los más pequeños. Por eso, muchos eligen carreras que les permitan mantener contacto directo con los niños.

Entonces, debemos conocer bien a las personas en cuyas manos pensamos dejar a nuestros hijos. Y, para estar tranquilos, será mejor estar siempre con ellos mientras reciben sus clases. No se puede dejarlos en el lugar donde practican para irnos a casa a descansar o hacer otras actividades. Los pederastas están al acecho permanentemente. Viendo qué niños son cuidados de cerca por sus padres o tutores, y cuáles no reciben tanta atención. Generalmente, los abusadores eligen a las víctimas más vulnerables. De la misma forma, hay que estar atentos con el uso que hacen nuestros hijos de las redes sociales.

Los mañosos son chacales que siempre están viendo la forma de satisfacer sus sucios deseos sin ser descubiertos, y por eso recurren a Internet, ya que les ofrece anonimato y grandes posibilidades de conocer gran número de pequeños, pues cada vez más son más los menores que usan las redes. Los padres debemos conocer los contactos que nuestros hijos tienen en la web. Entre estos podría haber más de un pedófilo. Hay que explicarles de los graves riesgos de contactar con desconocidos. Los violadores se presentan como niños para ganarse la confianza de la víctima, establecer un vínculo y luego lograr un encuentro personal para perpetrar su abuso. Hay que tener muchísimo cuidado”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una sopa seca chinchana con carne de gallina, pasas, aceitunas negras y una carapulcra con yucas, ensalada de cebolla y un refresco de maracuyá fresquecito. “María, ahora que los escolares están de vacaciones, muchos han sido matriculados en distintos cursos de verano para que aprovechen el tiempo y no se pasen horas frente al televisor, el Smartphone o la computadora. Miles llevan clases de natación, fútbol, vóley, karate, pintura, cerámica, marinera, guitarra, inglés, matemáticas y mucho más. Los padres tienen la obligación de vigilarlos, principalmente cuando son pequeños, pues abundan los pedófilos, esos monstruos que abusan sexualmente de los niños.

No le quiero malograr las vacaciones a nadie asustándolos, ni tampoco es la intención que ya no pongan a aprender algo a sus hijos. Simplemente digo que, para no lamentarnos, hay que estar prevenidos. Obviamente, la inmensa mayoría de profesores de cursos vacacionales son personas serias y honestas. Pero hay un pequeño grupo de monstruos que se camufla entre los maestros de verdad para cometer sus cochinadas. No debemos olvidar que el pederasta es una persona muy hábil para engañar, manipular y estar siempre cerca de los más pequeños. Por eso, muchos eligen carreras que les permitan mantener contacto directo con los niños.

Entonces, debemos conocer bien a las personas en cuyas manos pensamos dejar a nuestros hijos. Y, para estar tranquilos, será mejor estar siempre con ellos mientras reciben sus clases. No se puede dejarlos en el lugar donde practican para irnos a casa a descansar o hacer otras actividades. Los pederastas están al acecho permanentemente. Viendo qué niños son cuidados de cerca por sus padres o tutores, y cuáles no reciben tanta atención. Generalmente, los abusadores eligen a las víctimas más vulnerables. De la misma forma, hay que estar atentos con el uso que hacen nuestros hijos de las redes sociales.

Los mañosos son chacales que siempre están viendo la forma de satisfacer sus sucios deseos sin ser descubiertos, y por eso recurren a Internet, ya que les ofrece anonimato y grandes posibilidades de conocer gran número de pequeños, pues cada vez más son más los menores que usan las redes. Los padres debemos conocer los contactos que nuestros hijos tienen en la web. Entre estos podría haber más de un pedófilo. Hay que explicarles de los graves riesgos de contactar con desconocidos. Los violadores se presentan como niños para ganarse la confianza de la víctima, establecer un vínculo y luego lograr un encuentro personal para perpetrar su abuso. Hay que tener muchísimo cuidado”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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