Luis Abram anotó el gol del triunfo de Perú en el amistoso ante Brasil.
Luis Abram anotó el gol del triunfo de Perú en el amistoso ante Brasil.

Del saque somos carnecita... Voy A arrancar la columna como ante la derrota con Ecuador en Nueva Jersey. Los resultados siempre sirven en los amistosos. Para bien o mal. No me puedo emocionar cuando los puntos no valen. Que alucinen los hinchas. Este 1-0 a Brasil no nos debe distraer. Del jueves 5 de setiembre al viernes 10 no se hace un gran equipo, se corrige. En cinco días no te vuelves un ‘dream team’ ni una máquina. Aplaudo y estoy contento con que le hayamos ganado al campeón de América, pero más valoro el ritmo y la intensidad del primer tiempo, el cambio de actitud en el campo y que se debe sostener en cada presentación. Sea oficial o no. Porque de eso se trata. Que no se haga reiterativo que primero hagamos un papelón para recién ponernos las pilas. NO. En la Eliminatoria no hay margen de error. Medio gol, una moneda, puntos en mesas, un sorteo, una bengala, un roche con la barra, te deja fuera del Mundial. Sí, señores...

Ya se está hablando más de la cuenta y diría que ‘rocas’. Lo positivo de Los Ángeles es el acierto en el sistema táctico. Era lo que requería el partido para cubrirnos y achicar los espacios frente a Coutinho, Firmino, Neymar y otras estrellas mundiales. El ‘Scratch’ nos metió 8 goles en dos partidos y nos generó dos docenas de ocasiones de peligro entre Sao Paulo (fase de grupos) y la final del ‘Maracaná’. Allí abrimos la puerta de par en par. Esta vez pusimos un candado Forte en la volante central con Aquino-Tapia-Yotún, pero sobre todo respaldado por un equipo solidario que dejó el corazón, el tatuaje y la piel en cada dividida. Se rascó bien. Se tabeó con calidad porque hasta para ajustar hay que ser elegante. Se fue con todo a la pelota, como lo repito en la previa de cada choque y que a veces olvidan. Mohamed Alí, el más grande boxeador de todos los tiempos, te ponía el cacharro para que le pegues, te cansaba, desgastaba y luego en 20 segundos te demolía a guantazos y te mandaba a la lona. Frente a los grandes primero hay que desesperarlos, incomodarlos y después ir por el golpe de suerte. Simple estrategia. Y no va a ser...

Si queremos ser demasiados soñadores, allá los que quieren sufrir. La mayoría de países (Colombia, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile) nos llevan ventaja en individualidades por galones y por las ligas donde compiten sus seleccionados. Los otros equipos están en un recambio generacional y una estructura de experiencia. Nuestra fortaleza es que se mantiene un estilo, un grupo mundialista que ha ganado confianza y cuando es aplicado puede competir. No nos mareemos porque Pedro Gallese tuvo tres o cuatro atajadones en la ciudad de la Cinematografía, que Yoshimar Yotún estuviera finísimo o Luis Abram lo colgó al arquero Ederson. Tampoco que Anderson Santamaría haya entrado bien. Ayayayay...

Hace poquito escribí un párrafo exclusivo para André Carrillo y Christian Cueva. La ‘Culebra’ dejó su desgano e indiferencia en el vestuario, se le vio una ligera reacción, porque entró con chispa, explosión, queriendo desbordar por la raya y ser protagonista. Si la presencia de Gabriel Costa y la banca le ha puesto corriente, bienvenido. Que todos sepan que los nombres y apellidos son para las partidas de nacimiento y DNI. Juega quien se lo merece. Lo de ‘Aladino’ particularmente no me llena. Pero reconozco que no se escondió, que trató de asociarse y su chiche de fulbito levantó a las tribunas. Me sorprendió el ‘Rayo’ Advíncula. Defendiendo con carácter y veloz en las coberturas. Qué rica zurda la de Miguel Trauco. Le falta sentir la marca para que sea completo. Si Raúl Ruidíaz se para en los hombros de Yordy Reyna, o viceversa, puede que los zagueros los respeten. En la MLS son figuras, pero con la ‘Blanquirroja’, mantequilla Laive. Carlos Zambrano es garantía y David Neres se llevó un ‘cariñito’. Edison Flores paró más las orejas por el rival. Bloqueó su zona. Los que no debemos bloquearnos somos nosotros. Lo que vale es la hora de la verdad. Esto sirve para el ego. Nada más. Así es...

Me voy, soy fuga.

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