Del saque somos carnecita... No es una final de Champions. Ni del Mundial de Clubes. Ni la Supercopa de Europa. Tampoco de la Copa América. , carajo. A la fiesta más grande del fútbol, del planeta. Es vivir para siempre en el recuerdo del pueblo, de la gente. Es tener 80 años y que grandes y chicos te abracen con cariño, respeto y te pregunten por aquel y tal partido. Por aquella jugada, huacha, sombrero, gol o bronca. Es una oportunidad única e inigualable. Y no la podemos desperdiciar. La gloria no se compra ni con todo el dinero o fortuna del mundo. Solo con éxitos y triunfos. El ‘Nene’, el ‘Cholo’, Uribe, Barbadillo, Muñante, el ‘Muerto’ Gonzales, Rubiños, Eloy Campos, Cueto, Velásquez, ‘Panadero’, ‘Cachito’, Baylón, Perico, Fuentes, Quesada, Quiroga, La Rosa, Duarte, Manzo, Cruzado y los otros mundialistas que nos llevaron a México 70, Argentina 78 y España 82’ son eternos para el Perú. Súmense a la lista soñada. Sí, señores...

Y vaya que se viene el ‘PARTIDO DE TODOS’. Con nervio, de vértigo, de mentadas de madre, de choque de canillas, del codito arriba, de carretillones, de gritos de la zona técnica y banca. A lo mejor, un detalle, descuido, error, blooper o mal cobro del árbitro marque la diferencia y resuelva la clasificación. La presión a veces te nubla o desborda. Los jugadores, que no pierdan el control, que no se les vaya la lancha. Sáquense del cerebrito que porque estamos en casa hay que ir como loquitos al ataque. La localía solo existe en la tribuna. En la cancha hay que demostrarlo. Es cierto que solo la victoria nos sirve, pero la desesperación puede ser más peligrosa que Colombia. El martes todos marcamos, corremos, nos sacamos la mela. Hay que salir del verde hechos puré, papilla, acalambrados, rotos, destruidos y sin aliento. Es el partido más importante de su vida para cualquier seleccionado peruano. Son 35 años de sufrimiento, de dolor, de llanto, de putear al aire y es hora de cambiar la historia. Y no va a ser...

La firme que Perú y Colombia son dos selecciones con estilos parecidos. Balón abajo y dejan jugar. Nosotros, con un colectivo humilde, sin estrellas y que no cambia su estructura y nivel con los cambios. Y lo mejor, estamos fuertes mentalmente, de la cabecita. Ellos llevan dos procesos con Pékerman y cuentan con Falcao, Cuadrado y James, quienes son top en Europa. Pero hay dos cositas para tener en cuenta: vienen con dudas y me pareció verlos fundidos en los últimos 20 minutos ante Paraguay. Para los últimos cinco, se les vio partidos en sus líneas. Así es...

Hay que mapear al ‘Tigre’ Falcao. No se lleva a tres rivales, pero te mata en el área porque es potente y macho. Está fino en el Mónaco y su selección. Su fuerte es el juego aéreo, desmarque y anticipación. Les marca el pase a sus volantes y extremos. James se recoge para recibir libre el balón, siempre cae por los costados en ataque. Tiene una excelente zurda para habilitar y pegarle a la pelota. Cuadrado es veloz, maneja los dos perfiles, pero no tiene gol. Desborda y centra. Así que hay que regalarle un lado y vayamos con fuerza. Mañana encaballamos a la muchachada. Ayayayay... Me voy, soy fuga.

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