Del saque ya tenemos la máxima de las máximas carnecita... Por más que Venezuela haya crecido en menores y hace cuatro no hayamos conseguido un puntito allá, la firme es que nunca han sido más que nosotros. No es hazaña ni milagro que consigamos una victoria en Maturín porque enfrentamos a una selección que es última en las Clasificatorias y que su única ventaja es que ya no juega con presión. Así que no la hagan trágica ni quieran vender que la tenemos tranca porque eso es falso. Vamos a chocar con un equipo inferior y que no ha sido capaz de hacer respetar su casa. Es verdad que muchos dirán que también estamos mal, pero ellos están peor. No vamos a chocar con monstruos, estrellas, ni algún fuera de serie. Vamos a competir con gente de taco 5 para abajo. Así de clarito. Sí, señores... 

Las viudas del ‘Ciego’ y el ‘Tigre’ les preparan el terreno, en caso se nos venga la noche, y arman sus novelas. Parchan antes de tiempo. Eso de que ambos tienen más del 60% de aceptación es un tangazo, un cuentazo. La única forma que sea real es que vayamos al Mundial o clasifiquemos al repechaje. La gente no premia el fracaso ni la incapacidad. No hay excusas. Este es un partido ganable por más duro que sea. Aquí no habrá altura, frío o movidas debajo de la mesa porque el local no aspira a nada. Rexuxa... 

Y por siaca, si la ‘Vinotinto’ está en la lona es porque futbolísticamente es un desastre, un mamarracho y no hay excusas que valgan. Yo no necesito motivar ni encaballar a nadie. Tampoco decir cómo deben plantarse en la cancha. La realidad es que no estamos chocando con Brasil o Argentina. Si la tabla nos ha dado una manito, hay que ponerle punche, empujar el carro. Yo lo he dicho desde un comienzo, Ricardo Gareca no sirve para el cargo, pero eso es lo que pienso y punto porque mi corazón quiere que gane mi selección. Curuju...

Las palabras sobran. Ahora deben hablar en voz alta Gallese; Corzo, Rodríguez, Ramos, Trauco; Tapia, Yotún, Flores, Carrillo, Cueva y Guerrero. También los suplentes y el comando técnico. Solo queda mandar buenas vibras. Si repetimos lo de Asunción, fijo que festejamos. Si jugamos como el 2-2 de la ida, seguro que lloramos. La última palabra la tienen los protagonistas. Personalidad, intensidad y fútbol. La fórmula que no falla. Ayayayay... Me voy, soy fuga. Mira el

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