El Búho hace un recorrido por los alcaldes de Lima desde 1980 hasta ahora.
El Búho

Este Búho recibe correos de sus lectores jóvenes: ‘Búho, escribe sobre las anteriores elecciones a la alcaldía de Lima y de quienes se sentaron en el sillón de Nicolás de Ribera ‘El Viejo’. Ingreso al túnel del tiempo para remontarme a 1980.

EDUARDO ORREGO (1980-1984): Llegó a la alcaldía cosechando la popularidad de Fernando Belaunde y Acción Popular. Encontró un municipio casi quebrado por administraciones corruptas, pues los militares en el poder colocaban en el puesto a sus amigotes. Pero la gran obra de este arquitecto fue convertir el jirón de la Unión, por donde circulaban vehículos, en un gran paseo peatonal.

ALFONSO BARRANTES LINGÁN (1984-1987): Este abogado cajamarquino logró unificar a toda la izquierda y obtuvo una sorprendente victoria sobre los candidatos del PPC, APRA Y AP. Imprimió en su administración un sello de asistencia social a los más necesitados, creando comedores populares en zonas deprimidas y, sobre todo, los ‘Comités del Vaso de Leche’, que brindaba desayuno diariamente a todos los infantes en edad escolar. De allí que se le apodara de cariño ‘Tío Frejolito’. Pero también aprovechó un crédito del Banco Mundial y se asfaltaron y refaccionaron integralmente las pistas en distintos puntos de la ciudad. Su gran obra es la avenida Salvador Allende (Pista Nueva), paralela a la avenida Pachacútec, que ya había colapsado, que permitió un transporte rápido a San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Atocongo y Villa El Salvador. Soltero empedernido, la prensa lo vinculó sentimentalmente con la cantante española Paloma San Basilio y la vedette Amparo Brambilla.

JORGE DEL CASTILLO (1987-1990): Nadie pensaba que Jorgito, el amigo del presidente Alan García, podría ganarle al carismático Barrantes, que iba por la reelección. Pero Alan, a punta de ‘balconazos’ en Palacio de Gobierno, convenció a los limeños de votar por su calichín. Es tal vez el que hizo menos obra que sus antecesores. Fue muy cuestionado por no erradicar la basura y no pudo desalojar a los ambulantes del Centro de Lima y el Mercado Central. Pero puede sacar pecho por los corredores viales de la avenida Alfonso Ugarte y la Av. Brasil.

RICARDO BELMONT (1990-1996): El popular conductor de radio y televisión fundó un movimiento, OBRAS, y fue el primer ‘outsider’ de la política peruana, lo que provocó los celos de Alan García y Alberto Fujimori. Pese a las zancadillas del fujimorismo, el ‘Hermanón’ resultó ser uno de los alcaldes más productivos en cuanto a obras se refiere: La imprescindible avenida Universitaria, el Trébol de Javier Prado, el intercambio vial de la avenida 2 de Mayo y el intercambio del Puente Quiñones se encuentran entre las más destacadas, al igual que innumerables losas deportivas, pues era promotor de la práctica del deporte.

ALBERTO ANDRADE (1996-2003): El alcalde de Miraflores se alejó del PPC y fundó Somos Perú. Exitoso empresario, sus periodos se caracterizaron por embellecer el Centro Histórico, donde vivió en su juventud, de allí su chapa de alcalde ‘Criollón’. Ejecutó lo que parecía imposible: erradicar a los ambulantes del Centro de Lima y el Mercado Central, encabezando él mismo a sus serenos a punta de ajos y cebollas. También a los ambulantes de Polvos Azules y creó la plaza Chabuca Granda. Su gran obra es la Vía Expresa de Javier Prado. Sufrió una infame campaña de demolición de los ‘diarios chicha’ fujimoristas, pero aun así hizo obra.

LUIS CASTAÑEDA LOSSIO (2003-2010 / 2014-2018): Venció a Andrade con sus escaleras amarillas en los cerros de la ciudad. Ya en la alcaldía, implementó los valorados Hospitales de la Solidaridad y el Metropolitano, pero su gestión se ensombreció por el escándalo de Comunicore.

SUSANA VILLARÁN (2011-2014): La penúltima alcaldesa derrotó a Lourdes Flores con su imagen de ‘Tía Regia’, pese a correr con el polo del izquierdista movimiento Fuerza Social. Tuvo una gestión controvertida, pues enfrentó una revocatoria. La implementación del Corredor Azul de la avenida Arequipa sería su obra más destacada. Malogra su gestión la denuncia de que habría recibido tres millones de Odebrecht para financiar su campaña a favor del ‘No’ y ahora está investigada. Apago el televisor.

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