Vladimiro Montesinos
Vladimiro Montesinos

Este recibe correos de jóvenes. “Búho, sigue contando más historias del siniestro de todas maneras iremos a ver la película ‘Caiga quien caiga’”. Como me debo a mis lectores, recordaré algunos episodios del ‘hombre fuerte’ que operaba en las sombras durante los gobiernos de Alberto Fujimori.

LA PLATITA DEL ‘DOC’: Cuando se destapó la cloaca de corrupción en los estertores del gobierno de Alberto Fujimori, en el año 2000, al salir a la luz el ‘vladivideo’ de Montesinos entregándole miles de dólares al congresista ‘tránsfuga’ Alberto Kouri, se produce un escándalo nacional e internacional que hace tambalear al régimen fraudulento del ‘Chino’. Acorralado, el presidente le ruega a su siamés que renuncie. El poderoso asesor recibe al premier Federico Salas, en el SIN, rodeado de todos los generales de más alto rango y jefes de las regiones militares. Muerto de miedo, Salas se regresa a Palacio a comunicar la negativa del ‘Doc’. El ‘Chino’ le hizo una oferta jugosa: “Vladi, te voy a pagar 15 millones de dólares por tu CTS y te consigo un asilo político en la bella Panamá”. Aceptó.

UNA ‘RATA’ EN PANAMÁ: Jacqueline Beltrán, su amante, aceptó gustosa irse del Perú, porque vivía enclaustrada en el ‘búnker’ de playa ‘Arica’. Residir en Panamá le pareció un sueño hecho realidad y llegó al avión privado cargada de maletas y joyas. Pero ni bien arribaron a tierras panameñas, la prensa independiente, como el diario ‘La Prensa’, tituló en primera plana: ¡¡Llegó la rata y Panamá es peor que una cloaca!! Tanto fue el roche que su presencia desestabilizó al gobierno y a Montesinos lo obligaron a irse del país, pese al llanto y las rabietas de su amante.

LA TRAICIÓN DEL ‘CHINO’ Y LA ‘GATITA’:
Montesinos regresa al país y su avión aterriza en Pisco. En Lima, Fujimori enterado de que su exasesor había regresado al Perú, organiza una histriónica y aparatosa persecución en supuestos escondites, entre ellos el departamento donde vivía su esposa Trinidad Becerra, donde, acompañado de un falso fiscal, incautan muchas maletas y maletines. En realidad lo que buscaba el ‘Chino’ eran las maletas donde se guardaban los centenares de ‘vladivideos’ que podían comprometerlo. El ‘Doc’, con su grupo de resguardo, comandado por el coronel Huamán y el suboficial Manuel Tullume, dejaron a la ‘Gatita’ en playa ‘Arica’ para que se bañe y descanse del viaje y enrumbaron a La Punta. ¡¡Iban a fugar otra vez por mar!! Según el libro del publicista de la mafia, Augusto Bresani, fueron a buscar a un viejo cliente de Montesinos, José ‘Pepe’ Lizier, quien siempre alardeaba que tenía un poderoso yate llamado ‘Karisma’. Cuando Lizier por fin aceptó llevarlo a Galápagos, uno de ellos gritó ¡¡ya carajo, nos vamos!! A los minutos apareció un hombre que sorprendió a ‘Pepe’. Tenía una gorra, una peluca de hippie y lentes oscuros. ¡¡Era Montesinos!! Pero no estaba Jacqueline, sino la masajista Alicia Carranza, a quien al comprobar que la ‘Gatita’ había arrochado al ‘Doc’ y le dijo que no iba a acompañarlo en una nueva fuga, la convocaron con engaños diciéndole que ‘iban a dar una vueltita por la isla San Lorenzo’. En alta mar el ‘Doc’ intentó llamar a su ‘Gatita’ y al colgar se puso a llorar y, según Lizier, quiso arrojarse al mar. Ya más calmado, volvió a decir: ¡¡El ‘Chino’ nos ha traicionado!! Esas escenas fueron realmente de película.
5el esposo ‘adornado’: Jacqueline Beltrán comenzó a salir con Vladimiro cuando estaba casada con José Valera, un vecino que vivió en su barrio de Lince y emigró a Estados Unidos. “Ella pensaba que se casaba con un billete de mil dólares y se casó con uno de uno”, confesó el dolido marido. Llegaban carrazos del SIN a su departamento de Lince y Jacqueline saltaba de la cama de su esposo, se bañaba y salía cambiadita. Lógicamente, Valera le hacía lío, pero una vez recibió una llamada del SIN y, muerto de miedo, agarró sus maletas y viajó a Estados Unidos. Años después, José Valera confesó que el ‘Doc’ lo mandó llamar y le prometió ayuda económica, facilidades para que hiciera una nueva vida en Estados Unidos. “Pero lo que me sorprendió es que (Montesinos) me tomó del hombro y me dijo a manera de confidencia: ‘Hermano, dime con sinceridad, ¿cómo le gusta a Jacqueline?”, reveló Valera. Vladimiro era un tipo enfermo y siniestro. Apago el televisor.

 

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