Este se conmueve más, a medida que salen a la luz historias increíbles, tiernas, dolorosas o indignantes, alrededor del trágico accidente que acabó con la vida de 71 personas. Entre ellas, casi todo el equipo del club brasileño y su cuerpo técnico, en una tragedia que enluta al deporte mundial. Algunas noticias son alarmantes.

¿FALTÓ GASOLINA? Cuando se desechó que la causa del siniestro fue el mal tiempo, todas las hipótesis se centraban que fue un desperfecto eléctrico. Cuando se maneja un carro y se acaba la gasolina, ¿lo puedes prender? No. Lo primero que afecta es al sistema eléctrico. Igual pasa en los aviones. El copiloto Juan Sebastián Upegüi, que piloteaba un avión de Avianca que iba a Medellín, aseguró haber escuchado por la radio la conversación entre el piloto del avión accidentado -Miguel Quiroga- y los controladores del aeropuerto de Rionegro. El piloto anunció a la torre de control: ‘Tenemos problemas de combustible’. Según los protocolos de seguridad de los aviones, estos deben tener no solo el combustible medido para llegar a su destino, sino una carga adicional, en caso tengan que esperar para aterrizar por problemas de congestionamiento o mal clima. Si esta versión es real, el accidente se debió a una tremenda negligencia de la empresa aérea venezolana que trabaja con bandera boliviana sabe Dios por qué insospechadas razones. Lo más loco es que, en esa misma nave, viajó la selección argentina con de Belo Horizonte a Buenos Aires, después de perder con Brasil. Según el diario ‘Clarín’, algunos jugadores argentinos revelaron que se oían ruidos extraños en el motor y los compartimentos eran muy estrechos y tenían problemas para colocar los equipajes de mano.

‘ASÍ ME SALVÉ’: El único varón de la tripulación que sobrevivió fue el boliviano Erwin Tumiri, del equipo técnico de la nave. Según el parte médico, al momento de encontrarlo permanecía estable, aunque estará en el hospital algunos días más. El muchacho confesó su ‘secreto’ para salir ileso: “Sobreviví porque seguí los protocolos de seguridad. Ante la situación, muchos se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar. Puse las maletas entre mis piernas para formar una posición fetal, que se recomienda en los accidentes”. Así, con el cinturón de seguridad puesto y las maletas como amortiguadores y protectores de su cabeza, el trabajador pudo resistir el violento impacto, mientras la mayoría salía disparado fuera de la nave, que se partió en tres, y recibía golpes mortales en la cabeza.

EL MILAGRO DE LA AZAFATA: Mientras el tripulante Tumiri afirma que conscientemente luchó para sobrevivir usando medidas de seguridad, la guapa azafata boliviana, enamorada de un piloto peruano, Ximena Suárez, quien también se salvó en el accidente, afirmó que “las luces se apagaron y no recuerdo nada más”. Ella sí vive de milagro porque sufrió múltiples fracturas a la tibia, peroné, radio, cúbito y cuello. Increíble que esta frágil mujer haya resistido tantos golpes y siga con vida, mientras que atléticos deportistas con cimentadas masas musculares no resistieron el violento impacto.

CAÍCO’ Y ‘EL GUERRERO’: Una foto publicada en se volvió viral en las redes. El recordado portero José Gonzales Ganoza, en el estadio de Matute, ingresando al campo de juego con una mascotita de 3 añitos, que era nada menos que el hijito menor de su hermana Peta, el pequeño ‘Caíco’, el más experimentado, en aquel equipo aliancista, donde despuntaban los ‘Potrillos’, ‘Pacho’ y Luis Escobar. Campeón con Perú en la Copa América 1975, mundialista en España 82 y seleccionado en la Copa América 1987 en Argentina, ‘Caíco’ estaba demostrando que los arqueros son como el vino, ‘cuanto más añejo, mucho mejor’. Esa noche de diciembre de 1987, en Ventanilla, su muerte y la de sus compañeros enlutó a un país, sobre todo a una familia, la de Paolo Guerrero. El ‘Depredador’ confesó que cada 8 de diciembre veía llorar a su mamá ‘doña Peta’ por el hermano caído. Por eso, Paolo no niega que le disgusta volar, pero por su profesión es inevitable. Han pasado 29 años y la reciente tragedia del Chapecoense hizo que los héroes de sean recordados y llorados.

HISTORIAS DEL CORAZÓN: Un video hace llorar a medio mundo. El del volante Thiaguinho, quien se había enterado de que su pareja iba a tener un hijo minutos antes de que subiera al fatídico avión. La madre de su futuro hijo le mandó un regalo, era un zapatito de bebé. Sus compañeros se lo entregaron y al abrirlo, el mediocampista se volvió loco de alegría. Todo fue filmado para que el niño sepa cómo celebró su papá esta noticia. Hoy, desde el cielo, vigilará el crecimiento de su criatura. Apago el televisor.

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