Este está sorprendido al ver cómo el gobierno del presidente se empeña en convertirse en un monstruo de dos cabezas. No lo podría calificar de otro modo, después que el proyecto Chinchero llevó a una crisis política, pues en el Congreso la mayoría interpeló al ministro de Transportes y Comunicaciones, , que tuvo que renunciar. Y ahora a su segunda, a la responsable de firmar una adenda que apestaba a ‘lobby’, la premian pasándola a otro ministerio. Digo que tiene dos cabezas, porque el actual ministro de Transportes y Comunicaciones, , está en el Cusco tratando de apagar el fuego, mientras que en Lima siguen blindando a una funcionaria cuestionada. Pero pasemos a recapitular cómo se llegó a esta crisis política, donde hay ‘chuponeos’, audios y hasta han hurgado en las sábanas de un funcionario público. Prendamos el televisor para ver esta telenovela de mal gusto, con pésimo guion y un final infeliz.

CHINCHERO VA: Después de tres años, el consorcio Kuntur Wasi, que firmó el contrato para hacer estudios y la construcción del aeropuerto internacional de Chinchero bajo la modalidad APP, Asociación Público Privada, solicitó que al no poder conseguir financiamiento para empezar la obra, el Estado le firme una adenda, donde se modifica las cláusulas y el Estado iba a asumir los riesgos y a financiar el ochenta por ciento de la obra, y el consorcio solamente el 19%.

Además, se le iba a entregar 40 millones de dólares para que recién inicien los trabajos. Esa adenda, onerosa para el país, la firmó la viceministra Fiorella Molinelli. El Ministerio de Economía y Finanzas, tan celoso para soltar plata, no dijo ni pío. En el Congreso varios parlamentarios denunciaron que la adenda era ‘una traición al país’, según Víctor Andrés García Belaunde.

CONTRALORÍA CONTROLA: El escándalo de la adenda llega al Congreso donde aprueban interpelar al ministro, mientras la Contraloría había preparado un informe técnico donde acusan a altos funcionarios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de sacar adelante una adenda perjudicial para el país y, por lo tanto, habrían caído en delitos penales. Entre esos nueve funcionarios estaba la viceministra Molinelli.

LLORANDO SE FUE: Ante el lapidario informe de la Contraloría, el ministro Vizcarra renuncia y anuncia que ni el contrato ni la adenda van, pero no renuncia la viceministra. El frustrado contrato dejó con una herida en el ojo al oficialismo, que comenzó desde el Congreso a cuestionar la independencia del contralor Edgar Alarcón. Lo vinculan con el fujimorismo, pues pasó por agua tibia la denuncia de las compras de computadoras para el Congreso sin licitación con una empresa medio fantasma. Pero después llegó un alud de denuncias en distintos medios de prensa. Todos eran misiles hacia el contralor. Se le acusó de tener hechos incompatibles con su función, adquisición de terrenos, denuncias de favoritismo (‘el sinvergüenza favoreció a su querida’, como lanzó un desaforado Carlos Bruce). Llevaron el tema Chinchero a un aspecto personal contra el funcionario.

CHUPONEAN A THORNE: Según ‘Hildebrandt en sus trece’, una viceministra del Ministerio de Economía trabajó, antes de ingresar al ministerio, para el consorcio Kuntur Wasi y sería quien elaboró un estudio sobre la referida obra en Chinchero. El asunto es que al ministro lo chuponearon. El oficialismo dice que fue Alarcón, pero el funcionario jura que no fue él. Según los audios, el ministro Alfredo Thorne habría presionado a Alarcón con no darle una partida económica si se opone a Chinchero. THORNE: Ahora todo depende de usted. Si pasa Chinchero nos va bien. Si baja Chinchero nos va mal. CONTRALOR: Siempre la Contraloría está para ayudar, pero tiene que estar de la mano de la legalidad. ¿No? THORNE: Por supuesto, entonces me dijo (PPK) bueno, si el contralor te da su promesa, yo lo firmo (la partida económica para la Contraloría)’. ¿Por qué hubo tanto interés del presidente, el premier y el ministro de Economía por el tema de la adenda de Kuntur Wasi? Solo así se explicaría, como dijo Úrsula Letona, el por qué han premiado a Molinelli con sus nuevas funciones en Vivienda y Construcción. En ese sector habrá uno y mil contratos. ¿Firmará más adendas? ¿PPK le consultó al ministro Edmer Trujillo sobre el nombramiento en su sector de tan controvertida funcionaria? La Contraloría, los congresistas como ‘Vitocho’ García Belaunde, seguramente estarán atentos a los contratos de la entidad con consorcios privados, por si las moscas. Apago el televisor.

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