Esteya no solo ve con preocupación las protestas, sino el caos, la violencia y el terror desatados por manifestantes opositores al proyecto minero Tía María, en Arequipa. Una cosa es protestar, movilizarse pacíficamente en las calles y plazas, y otra muy distinta ocasionar la destrucción de la propiedad pública y privada.Pero mejor vamos a analizar el papel de los personajes ‘claves’ en este conflicto.

MARTÍN VIZCARRA: Para el entorno del mandatario no era un secreto que estaba de acuerdo con el Ministerio de Energía para que le dieran ‘luz verde’ al proyecto de la empresa Southern. Sin embargo, cuando de inmediato comenzaron a funcionar las violentas portátiles de los antimineros y grupos radicales a los que se sumó el gobernador regional arequipeño Elmer Cáceres, Vizcarra se lavó las manos como ‘Pilatos’ y le tiró el bulto a sus ministros. Luego se reunió con las autoridades de la región que encabezaban las violentas protestas y les prometió que en una semana se iban a revisar todas las observaciones. Es decir, dejó en el ‘limbo’ la resolución de sus propios ministros. Como respuesta, los revoltosos al día siguiente se enfrentaron nuevamente a la policía y hasta les lanzaron dinamita. Ahora Arequipa es un polvorín, pero nuestro presidente anda atrás de los ganadores de medallas de oro de los Panamericanos.

EL FUJIMORISMO: El papel del fujimorismo desde el inicio del conflicto sureño estuvo tiznado por el oportunismo. Karina Beteta, cuando empezaron las tomas de carreteras, fue la primera en exigirle al presidente ¡¡que se ponga los pantalones!! Pero después, cuando el responsable de los desmanes llegó al Congreso, poco faltó para que le ponga una alfombra roja y se tomó fotos con el revoltoso, y le exigió a Vizcarra ‘tomar en cuenta los reclamos del pueblo’ por Tía María. Una posición más oportunista que la de ‘Cachito’ Ramírez cuando era el goleador de la selección.

FRENTE AMPLIO Y NUEVO PERÚ: La izquierda formal liderada por Marco Arana y Verónika Mendoza está haciendo un triste papel. No les basta con ‘santificar’ al dictador venezolano Nicolás Maduro, sino que ahora se han colocado como furgón de cola del ‘Toma carreteras’ gobernador regional Elmer Cáceres. Todo por cálculos políticos. La extrema pobreza campea en Arequipa, pero no les interesa la inversión minera, la elevación del canon minero, pues han vendido el arcaico ‘boleto’ de que solo con la agricultura habrá trabajo y empleos en la región. Solo les importa el bolsón de votos sureños para el 2020, porque Arana, sabiendo que no podrá reelegirse, se jugará una quimera: ‘intentar ser presidente’ y para ello prometerá el oro y el moro a un sur radicalizado.

ELMER CÁCERES: El gobernador regional de Arequipa protagoniza el más peligroso y siniestro papel. Su propio vicegobernador lo ha acusado de financiar con fondos de la región las acciones violentistas de hordas de otras zonas muchas de ellas vinculadas al ‘etnocacerismo’ de Antauro Humala, que comen, duermen y se emborrachan antes de enfrentarse a la policía con dinero proporcionado por la región. Pero Cáceres ha desnudado una personalidad ultra violenta. Este columnista se pregunta si no fueron ciertas esas tres terribles denuncias por violación sexual interpuestas en su contra, por una jovencita de 18 años, una ciudadana francesa y una arequipeña, sospechosamente archivadas.

Apago el televisor.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC