Este Búho ha escrito ríos de tinta sobre la extraordinaria serie de HBO (‘Juego de tronos’) que esta noche culmina después de ocho increíbles temporadas. Recibo mails de lectores que me agradecen porque se animaron a verla a raíz de mis primeros comentarios sobre esta, hace ya varios años. Pero creo que todos debemos estar agradecidos a George R.R. Martin (Bayonne, Nueva Jersey 1948), el autor de la saga ‘Canción de hielo y fuego’, los cinco libros en los que basó la serie, que mantuvo estratosféricas cifras de audiencia.

Pero ojo, a pesar de que la producción llegó a su fin, la saga libresca aún está incompleta, pues hace años el autor anunció que todavía faltaba completarla con dos libros más, que incluso ya tenían nombre: ‘Los vientos de invierno’ y ‘Un sueño de primavera’. Algunos llaman a Martin ‘El Tolkien americano’ y al obeso escritor le encanta la comparación con el mítico autor británico de una obra aún más billonaria y mediática que la suya: ‘El señor los anillos’. Porque si su saga de ‘Canción de hielo y fuego’ vendió hasta ahora 90 millones de libros y su adaptación a la TV es la serie más vista de la historia, la fantástica epopeya de J.R.R. Tolkien no solo fue escrita décadas anteriores a la suya (1954), sino que vendió 120 millones de libros y su adaptación a la trilogía cinematográfica cosechó 17 premios Óscar. Pero ambos autores sí tienen algo muy en común.

Los dos reflejan en sus escritos la decadente melancolía de lo pasado, de aquella magia de las sociedades antiguas con sus mitos, leyendas y horrores.

George R. R. Martin nació en el seno de una familia de inmigrantes. Su padre alemán fue estibador en los muelles de Jersey, pero el hijo le salió con vena literaria -estudió Periodismo en la Universidad North Western en Illinois-. Una vez terminada la carrera, en vez de ejercer su oficio en algún medio, opta por la docencia de periodismo en el Instituto Clark, en Iowa. Publicó una novela, ‘Una canción para Lya’ (1976) sin suerte, pero continuó escribiendo. Al año se había vuelto popular al publicar, en plena época del punk, en 1977, ‘Muerte de la luz’, un relato de ciencia ficción impresionante, ambientado en el planeta Worlorn.

Esta camuflada y hermosa historia de amor, en medio de un planeta y razas descritas con inusual maestría, despertó entusiasmo en la crítica. Renunció a la docencia para vivir de la escritura. Sin embargo, su posterior novela, ‘El rag de Armagedón’ (1983) fue un fracaso. Martin había dejado los remotos planetas para regresar a la tierra, a los convulsionados años sesenta, a un mundo eufemísticamente de ‘extraterrestres’: los músicos de las grandes bandas de rock.

El personaje de la novela es un escritor y periodista de una revista musical tipo ‘Rolling Stone’, ‘The Hedgehog’, que debe escribir sobre el brutal asesinato del productor de una famosa banda, The Nazgul, que bien podría ser ‘Led Zeppelin’ o ‘Deep Purple’. El mítico Stephen King opinó sobre ella: ‘Es la mejor novela sobre la cultura pop estadounidense de los años sesenta que he leído en mi vida’. El libro caló en los círculos de escritores de Hollywood y fue convocado para que se uniera a ese ‘exilio dorado’ para escritores fracasados o en decadencia, que alguna vez albergó a un Scott Fitzgerald. Allí, Martin trabajó para series de ficción como la notable ‘The Twilight Zone’( ‘La dimensión desconocida’, 1986) o ‘La bella y la bestia’ (1987).

Cierra ese círculo de su vida publicando un puñado de relatos denominado ‘Los viajes de Tuf’ (1987). Decepcionado, sintiendo que acabaría como un escritor asalariado más de los grandes estudios, abandonó Hollywood y se recluyó en un rancho de Santa Fe (Nuevo México), al más puro estilo de Hunter S. Thompson. George escribía mañana, tarde y noche una novela de la que solo anunciaba que ‘no iba a ser igual a nada’.

El 6 de agosto de 1996, salió a la venta el primer libro de la saga ‘Juego de tronos’ y, efectivamente, el impacto fue espectacular. ¿Cómo pudo calar este relato en este tiempo, cuando se ingresaba al siglo XXI, para remontarnos a la Edad Media y donde ‘Poniente’ no sería otra cosa que Inglaterra y que los Lannister no serían otros que la casa Lancaster y los Stark de Norte, los York? ¿Dragones como armas letales en momentos en que se lanzaban armas químicas en Medio Oriente? El autor, en una última entrevista, se atrevió a opinar también sobre el presente: ‘Parece que la humanidad no aprende de sus errores. Hoy seguimos teniendo un mundo lleno de conflictos, guerra, racismo, sexismo. Aunque creo que hemos hecho progresos desde la Edad Media. Al menos ya no se descuartiza públicamente’.

‘Juego de tronos’, la serie, termina hoy en la noche, se van Jon Nieve, Tyrion Lannister, Cersei y Daenerys Targaryen, pero los libros de George Martin no acaban ni mueren. ¡Dracarys! Apago el televisor

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