Ayer me enteré que, por ‘obra y gracia’ del Señor, apareció Jomás Ataucusi. Este Búho, que sigue la política desde hace más de treinta años, sabe que los escándalos en el partido del ‘pescadito’ no son de ahora, sino de siempre. Desde que surgió en 1980 como brazo político de una secta religiosa llamada ‘Asociación Evangélica de la Misión de Israel del Nuevo Pacto Universal’, fundada por Ezequiel Ataucusi Gamonal.

Ezequiel se había iniciado en la religión adventista con los misioneros norteamericanos, pero una vez que se ‘empapó’ bien de las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, decidió apartarse de dicha iglesia y formó una propia, autoproclamándose ‘el auténtico mesías y profeta’. Comenzó su peregrinaje, mismo Jesús, instaurando comunidades en recónditas zonas de la selva central, allí donde no llegaban los sacerdotes ni evangelistas. La secta prefería evitar las ciudades ‘donde reinaba el pecado como Sodoma y Gomorra’.

En las comunidades, el ‘Profeta Ezequiel’ tenía un ejército de mujeres con velos y vestidos que lo servían: ‘como María Magdalena’ sirvió a Jesús, según proclamaba. En 1989, el ‘Profeta’ anunció a sus seguidores que Dios le había dado una gran misión: ‘Debo llegar a la Presidencia de la República para, desde Palacio de Gobierno, combatir a Satanás’. Armó su ‘búnker’ en, ese entonces, recóndito distrito de Cieneguilla. Allí estableció una ‘Nueva Jerusalén’.

Ingreso al túnel del tiempo, 1990. Cuando el Frepap lanzó su candidatura, el inmenso y rubio director Guillermo Thorndike, con su vozarrón, me ordenó: ‘¡De dónde sale ese Ataucusi, dicen que es el mesías, ándate a Cieneguilla con el ‘Chino’ Domínguez y entrevista a ese tal profeta!’. El gran Carlos ‘Chino’ Domínguez, ni bien llegamos, me hizo una seña: ‘flaco, mira eso’. Era un grupo de doce jovencitas, con sus túnicas, que llevaban agua de colonia, toallas, jabones y se preparaban para darle un ‘lavado de pies’ al ‘maestro’. Cuando le preguntamos si tenía tantas sirvientas a su alrededor, se defendió: ¡¡¿Acaso María Magdalena no lavó con colonia los pies de Jesucristo?!!

Cuando le preguntamos sobre las denuncias de que se acostaba no solo con una, sino con varias integrantes de su ‘harém’, se indignó. ‘Son calumnias de mis enemigos, de los impíos, de los fariseos’.

Sin embargo, diez años más tarde, cuando candidateó a la presidencia por tercera vez, una exintegrante de su congregación, Natividad Uchura, lo denunció ante el Jurado Nacional de Elecciones, en el 2000, de haberla violado cuando tenía 16 años en una chacra de la selva. Dijo que ‘la acosaba desde que tenía 14 años’. Ella presentó un recurso de nulidad contra la candidatura de Ezequiel y aseguró que cuando quedó embarazada y fue a reclamarle, Ataucusi la botó de la congregación, ‘porque ya tenía otra concubina, también adolescente’.

Aquella tarde de 1989 pudimos ver el fanatismo religioso, pero sobre todo de las mujeres y el poder casi hipnótico que tenía Ezequiel. El mitin de cierre de campaña también fue alucinante y parecía que se filmaba una película sobre la entrada de Jesús a Jerusalén en Domingo de Ramos. Ataucusi murió a los 83 años de una insuficiencia renal. Sus seguidores depositaron su cuerpo en una urna de vidrio y encima colocaron coronas y collares de oro macizo. Más parecía un inca que un profeta. Lo velaron tres días esperando que resucitara, como el verdadero Mesías, pero no hubo ningún milagro de resurrección, más bien lo trasladaron a una parrilla gigante, donde sacrificaban a los corderos en Cieneguilla como ofrendas al Señor, y allí lo cremaron en medio de llantos y cánticos de alabanza. Murió sin ver cómo los dos congresistas que ingresaron por el Frepap, Luis Cáceres y su hijo Roger Cáceres se vendían al dinero sucio del ‘Diablo’ Vladimiro Montesinos.

Apago el televisor.

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