Este era un adolescente cuando escuchó hablar de un fotógrafo peruano que destacaba en el extranjero. Su nombre, . Por eso, me quedé sorprendido con la gravísima denuncia del ‘New York Times’, uno de los periódicos más influyentes del mundo, cuando publicó que Testino -el fotógrafo no solo de las afamadas top model, sino también de la realeza británica, gracias a su amistad con la fallecida princesa Diana de Gales- es señalado por modelos y asistentes con los cuales trabajó como un vulgar acosador y ‘depredador sexual’. Recuerdo que en el 2013, Testino fue condecorado por la mismísima Reina Isabel II de Gran Bretaña. Recibió la Orden del Imperio Británico.

No cualquiera se codea con la realeza. En una entrevista con Trome confesó que labora 14 horas al día y que entró al mundo de la fotografía por casualidad, pues solo estudió cuatro meses y tuvo que dejarla, ya que su profesor murió. Se ganó la vida como mozo de un restaurante en Londres y fue allí donde conoció a artistas y modelos a los que retrataba. Sus fotos fueron llevadas a una agencia de modelos y así empezó su meteórica carrera. Hoy todo ha cambiado, está en el ‘ojo de la tormenta’ y, según medios británicos, habría sido desembarcado para ser el fotógrafo principal de la próxima boda entre el Príncipe Harry y la actriz Meghan Markle. En las denuncias contra Testino se asegura que el fotógrafo se quedaba a solas con los modelos, se les lanzaba encima y les habría dicho a más de uno ‘yo soy la niña, tú eres el niño’. Todo esto tendrá que ser probado. Por lo pronto, la defensa de Testino, a cargo de la prestigiosa firma de abogados Lavely & Singer, puso en tela de juicio la credibilidad de los acusadores. Afirman que algunos tienen problemas mentales y que otros son antiguos empleados descontentos. Lo cierto es que la noticia ha dado la vuelta al mundo.

Tengo entendido que en el Palacio de Buckingham todo esto cayó como una bomba de relojería y la reina afirmó: ‘¡Es la venganza de Diana!’. Claro, Testino era el fotógrafo engreído de Lady Di y de todos sus hijos. Gracias a esa poderosa amistad se codeó con las demás realezas de Europa. Testino era también un gran admirador del controvertido fotógrafo Robert Mapplethorpe, un llamado vanguardista que estaba abocado a tomar fotos de desnudos, sobre todo de hombres jóvenes. Al parecer, nadie sabía de las supuestas aficiones de Mario, quien era amado por las modelos más hermosas y millonarias del planeta. Sus preferidas eran la flaca Kate Moss, Elle Macpherson, Ellen Bündchen y Naomi Campbell, entre otras. Lo veían como un papá y se desnudaban con una confianza total. Pero pocos sabían que esa delicadeza con las féminas era diferente con los modelos masculinos. Puede ser su Waterloo.

Al parecer, Testino ha cavado su propia tumba. Aún goza con el beneficio de la duda. En Estados Unidos y Europa este tipo de acusaciones no son cualquier cosa. Las estrellas más encumbradas terminan en la ignominia. El FBI y hasta la CIA hurgan hasta en sus sábanas cuando escuchan o reciben testimonios comprometedores, como el ocurrido con el fotógrafo peruano.

Hasta la famosa revista ‘Vogue’, en donde Testino era la estrella, lo ha retirado de la planilla de colaboradores. Un duro golpe para Mario, quien hasta ahora no se ha pronunciado. ¿Eso pasó por allá y por aquí? No voy a consignar nombres, pero me pregunto ahora cuántos chicos de la cumbia o espacios de televisión podrían haber sido abusados por los Bill Cosby o Kevin Spacey de la farándula nacional para ser figuras de la pantalla chica. Yo sé que algún día se armarán de valor y denunciarán a los monstruos acosadores. Hay que desenmascararlos. Apago el televisor.

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