'El marginal', una buena opción para ver en Netflix.
'El marginal', una buena opción para ver en Netflix.

Este Búho, dentro de ese vasto océano de excelentes series producidas por Netflix o las de HBO, siempre se encuentra con alguna que lo sorprende.

Hace tres años me impresioné con la serie ‘El marginal’ presentado por la primera. Nunca la habría visto si la plataforma de streaming no la hubiera adquirido a la Televisión Pública Argentina. Serie independiente de Underground Producciones, de Sebastián Ortega, creativo que había trabajado muchos años con Marcelo Tinelli. Ni bien terminó su primera temporada, fue incorporada al catálogo de Netflix, es así que la serie pudo ser vista por millones en el mundo entero.

Para los iniciados, ‘El marginal’ tiene alguna similitud con la ya clásica serie dramática norteamericana ‘Prision Break’, estrenada en el 2005, pero solo en el inicio de la historia de la producción gringa, donde el protagonista, un reputado ingeniero, asalta un banco con el fin de que lo encierren en la tenebrosa cárcel de Fox River, para desde allí ayudar a escapar a su ‘broder’, que está acusado falsamente de asesinar al hermano de la vicepresidenta de los Estados Unidos.

Esta increíble idea dio pie a que diez años más tarde, Ortega y Adrián Caetano construyeran una historia mucho más alucinante, pero verosímil, si nos ponemos en el caso de que los hechos suceden en un poder judicial y un sistema carcelario tercermundista como el argentino.

Estoy siguiendo los primeros capítulos de la tercera temporada, que debutó el 9 de julio de este año con récord de sintonía y me impresionó. Pero debo mencionar algunos datos de las temporadas anteriores.

Todo o casi todo en la claustrofóbica trama ocurre en la tenebrosa y ultraviolenta prisión de ‘San Onofre’, donde el corrupto alcaide Antín, en alianza con el ‘Poronga’ Mario Borges, ‘capo’ o ‘taita’ de la cárcel, controla todos los negocios ilícitos que funcionan en el establecimiento, como el tráfico de drogas o la prostitución, además de dejar que el ‘capo’ narcotraficante Borges (un guiño al escritor) salga para hacer algunos ‘trabajitos’, como secuestrar a la hija de un poderoso juez corrupto, ¡y todavía la mantiene en cautiverio en una celda del penal!

El juez, ‘rata’, le hace una emboscada a Miguel Palacios, un oficial de policía que estaba encarcelado en un cuartel en provincias y, al trasladarlo a la capital, lo implica en un doble homicidio para introducirlo a ‘San Onofre’, para que encuentre y rescate a la muchacha, a riesgo de quedarse preso de por vida. Allí también debe defender su pellejo de los temibles sicarios de Borges, del acoso del hermano de este, el desquiciado ‘Diosito’ y de la banda de marginales que viven en covachas en el techo del presidio, llamados la ‘Sub-21’.

En la segunda temporada, se hace un flashback de tres años atrás, cuando los Borges ingresan indefensos y el poder lo ostenta el ‘Sapo’ Quiroga, un descomunal y adiposo psicópata que mantiene el terror en el penal con su sicario ‘Pantera’. El ‘capo’ es el socio de Antín, pero mantiene un ‘cachuelito’ secreto, un ‘call center’ o central telefónica desde donde extorsionan a ciudadanos inocentes y hasta cobraron una víctima al matarla de infarto. Investigado por sus superiores, el alcaide propone a Borges que elimine al ‘Sapo’ y esto se consuma en el sangriento ‘motín de las palomas’.

Así, en la tercera temporada encontramos a un Borges que ejecuta nuevos negocios cuando un reputado científico aterriza en el penal por cometer un triple feminicidio y lo convierte en su ‘cocinero’ para producir cocaína a gran escala desde el interior del penal, en asociación con Antín, un juez corrupto y la mafia colombiana. ‘San Onofre’ es un siniestro penal que bien podría ser también ‘Sarita Colonia’ o ‘Lurigancho’, donde seguramente hay varios ‘Sapos’ o Borges haciendo de las suyas y dándose la gran vida. Apago el televisor.

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