Varios detenidos durante el toque de queda. (GEC)
Varios detenidos durante el toque de queda. (GEC)

Este Búho cumple a cabalidad y responsablemente la cuarentena dispuesta por el gobierno para hacer frente a ese virus desgraciado que ya cobró 18 víctimas en el país y tiene a más de 852 contagiados. Pero ayer volví a salir a las calles, al anunciar el presidente Vizcarra quince días más de aislamiento social obligatorio.

Salí temprano con mi mascarilla y guantes para ir al supermercado cercano a volver a comprar provisiones para el obligatorio encierro que paso con mis hijos, cuya entrañable compañía mitiga cualquier sacrificio. Recorrí las calles totalmente vacías. En un momento era el único ciudadano entre edificios, chalets, un ‘Tambo’ desolado, un gigantesco hotel cerrado. Por un momento me imaginé que era Will Smith en su papel del teniente coronel Robert Neville, en la película ‘Soy leyenda’, quien desolado termina como el único ser humano vivo en la ciudad de Nueva York, y tal vez en el mundo, por una pandemia mortal ocasionada por la mutación del virus del sarampión. Pero lo que observaba ayer no era ficción. El país libra una desigual lucha con un mortífero virus, el Covid-19, que nos obliga a permanecer aislados para evitar su peligroso contagio. Después de un intenso baño, de aislarme y desechar la mascarilla y los guantes, me puse a escribir estos ‘pastillazos’ que tanto reclaman mis lectores.

LA CURVA DEL DIABLO: Hasta ayer, las cifras de peruanos contagiados se elevó a 852 y la fatal relación de fallecidos subió a 18, el doble desde el viernes. La rapidez del contagio y el aumento por el número de muertes le dieron la razón a quienes dentro del gobierno apostaron por prolongar quince días más el ‘Estado de emergencia’ y la cuarentena, contra quienes planteaban, seguramente aconsejados por algunos grupos empresariales, levantar las restricciones que evidentemente afectan nuestra economía. La ‘curva’ de contagios y fallecidos, como se preveía, no ha disminuido y, al contrario, sigue la tendencia a subir. ¿Se imaginan si se suprimía la cuarentena? La población se iba a embarcar en un relajo y desenfreno por Semana Santa, ‘semana diabla’ para los juergueros que podía haber ocasionado un terrible rebrote y ahí sí, que ‘Dios nos coja confesados’.

526 MIL IRRESPONSABLES: Esa es la cifra de quienes fueron detenidos por no respetar el aislamiento social obligatorio. Las imágenes en la televisión y las redes son como para no creerlo: pese a todas las advertencias médicas, el patrullaje de policías y militares, y las amenazas de represalias a los infractores, el presidente informó indignado y consternado que se han detenido a más de 26 mil ciudadanos en todo el país por faltosos, que no solo transgreden el toque de queda, sino que agreden a policías, como sucedió en Piura, donde un agresor era, entre otros, ¡¡un soldado del Ejército!! En Ecuador a los irresponsables se les castiga con su bolsillo: 100 dólares para el primerizo, 400 para el reincidente y a la tercera ¡cárcel efectiva! El mandatario también anunció que los infractores serán sometidos a un proceso penal y no solamente tendrán que pagar una fuerte reparación civil, sino que pueden ir a prisión. Lo justo.

LA CALLE ESTARÁ MÁS DURA: En una reveladora entrevista a Trome, el economista Jorge González Izquierdo recomienda a los trabajadores de planilla que recibirán 2 mil 400 de su CTS: 1) No lo gasten en consumo (ropa, artículos suntuosos o viajes de descanso), 2) Si lo van a gastar, que sea para pagar deudas atrasadas. El economista advierte que este año ‘la calle estará durísima’ y teme que las micro, pequeñas y medianas empresas comenzarán a despedir gente. ‘Sobre todo el sector servicios, que es el más golpeado por el coronavirus y representa el 50% de la economía del Peru’. Ya estamos advertidos, a ajustarse los cinturones.

Apago el televisor.

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