Este Búho sintió una gran indignación ayer al ver el reportaje en ‘Domingo al día’ sobre la muerte del joven Un maldito delincuente lo interceptó cuando iba a su primer día de trabajo y, al reaccionar para que no le roben su celular, le disparó sin piedad en el pecho.

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Estos hechos los vemos casi a diario, mientras el gobierno acaba de designar como ministro del Interior a Se trata de un oficial retirado de la Policía que cuenta con más de cien sanciones en su hoja de vida.

También es un propulsor del sembrío de las hojas de coca. ¿Quién protege a los ciudadanos ante el aumento de la delincuencia que ataca a diario a hombres, mujeres y niños como hienas salvajes en las calles de todos los distritos? La falta de policías es de escándalo.

Señor de los Milagros: fieles podrán visitar al Cristo de Pachacamilla
Los fieles podrán estar más cerca del Señor de los Milagros. Así lo anunció la Hermandad del Cristo Moreno, lo que fue tomado con mucha alegría. La imagen del Cristo Moreno será expuesta para los devotos desde las 7:30 a.m. a 6:00 p.m. hasta el 31 de octubre.

Se calcula, por ejemplo, que en San Martín de Porres hay ¡¡un solo agente por cada 3 mil 500 habitantes!! Por eso, este distrito, sobre todo en la parte que limita con el Callao, se ha convertido en una de las zonas más peligrosas de todo el Perú.

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Todos los días, delincuentes armados disparan a estudiantes, amas de casa y hasta menores de edad. ‘Señor Búho, por favor, usted que escribe en el periódico, ayúdenos. No tenemos a quién recurrir.

TIERRA DE NADIE

Yo vivo por la avenida Canta Callao y todos los días que salgo de mi casa a las 6 de la mañana para venir al trabajo, lo hago con terror porque los rateros en mototaxi se han adueñado de la zona, por la avenida Naranjal y otras, donde roban desde las 4 de la mañana. Sobre todo a mujeres y jóvenes. Andan con pistolas y cuchillos. Allí no hay policías, ese lugar es tierra de nadie’, me dice una jovencita preocupada mientras le pone gasolina a mi carro en un grifo de la avenida La Marina.

Me sublevo al escuchar la queja de esa chica trabajadora, porque pienso que podría ser mi hijita. Esa jovencita suda doce horas al día para ganar de manera honrada unos cuantos soles y no es justo que deba vivir con miedo porque unos cobardes rateros pueden golpearla, cortarla y hasta matarla.

Ahora ya no podemos hablar de distritos seguros e inseguros. Surco, San Isidro, Los Olivos, Comas, el Centro de Lima, San Juan de Miraflores o cualquier otro lugar son igual de peligrosos, porque te pueden matar los ‘raqueteros’, ‘marcas’ o sicarios.

Estos criminales actúan sin ningún temor, pues además de drogarse para ser más crueles, saben que será muy difícil que los atrapen debido a la ausencia policial. Y si los agarran, están convencidos de que amenazando y pagando coimas saldrán libres pronto.

EL PLAN BRATTON

Ya antes he hablado del ‘Plan Bratton’, elaborado en el año 2002 para la ciudad de Lima por el jefe de Policía de Nueva York, William J. Bratton. Este famoso sheriff y el alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani, unos años antes, habían convertido la peligrosísima ciudad estadounidense en uno de los lugares más seguros, tras idear y ejecutar el plan ‘Tolerancia cero’.

Para ello, básicamente, colocaron miles de policías en las calles y se dedicaron a combatir la grave corrupción que había entre las autoridades. Asimismo, pusieron bastante énfasis en la prevención del delito. Se comprobó que muchos delincuentes que no fueron apresados por cometer una infracción de tránsito, por beber en la vía pública o no tener documentos, luego perpetraron asesinatos y otros graves crímenes.

Bratton y Giuliani se inspiraron en la teoría psicológica de las ‘ventanas rotas’. Es decir, si se rompe una ventana en un edificio y no se la reemplaza a tiempo, los palomillas van a romperla por completo e ingresarán por allí para robar y de ahí romperán otras ventanas y -al final- destruirán el edificio.

Atendiendo a esa teoría, la Policía de Nueva York realizó batidas y controles a cada hora. Detenían a gran cantidad de personas y entre ellas encontraban a asesinos requisitoriados, violadores o terroristas que se iban derechito a prisión.

La lucha contra la delincuencia es la nueva guerra interna que nuestro país está obligado a ganar, si queremos un lugar seguro para nuestros hijos. No les dejemos un país en el que teman salir a la calle porque pueden matarlos, como ya sucede hoy. Apago el televisor.

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