Para el común de los peruanos, el nombre de Nayib Bukele tal vez le suene a nombre de galán de novela turca. Pero no, es el presidente de El Salvador, el más joven de América, con solo 40 años. Un gobernante totalmente atípico que irrumpió en el panorama político que era monopolizado por el bipartidismo entre el izquierdista Frente Farabundo Martí y la derechista Arena, los que trasladaron a las urnas su sangrienta guerra civil que duró más de una década.

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