Este luego que el premier Salvador de Solar presentó oficialmente el proyecto del Ejecutivo de Reforma Constitucional para adelantar las elecciones al 2020, tanto para legisladores como para el presidente de la república, comprobó que el mensaje del 28 de julio es una triste realidad, que ya no había marcha atrás y que empezaremos a vivir la verdadera pesadilla con un enfrentamiento político en el cual no creo que haya ganadores, pero sí dos culpables: el inepto gobierno y la tóxica oposición fujiaprista; y un solo gran perdedor: el país. Al irresponsable pedido de Vizcarra ha respondido un especialista en temas electorales que no tiene nada de naranja, como Fernando Tuesta Soldevilla, quien aseguró que las ‘elecciones adelantadas no garantizan necesariamente mejor representación, en la medida que la reforma política se frustró’. Pero mis lectores me piden explicarles cuáles son los posibles escenarios por donde pueden discurrir las alternativas que se barajan para solucionar este terrible conflicto:

1.-‘UN CHICHEÑÓ’ DEL CONGRESO: Este es el escenario ideal con el que sueñan los ‘brillantes asesores’ presidenciales. Que el Congreso, a pie juntillas, le diga ¡chicheñó! a Vizcarra, acepte su propuesta y disponga alterar los cronogramas para que las fechas calcen y las elecciones se realicen en abril del 2020. ¿Qué le ofrecen al fujiaprismo? Que los partidos ‘tradicionales’, sin reforma que los sujete, participen con sus acomodos de siempre en los comicios, permitiendo a las cúpulas copar las listas. Y para el fujimorismo un bocadito adicional: podrán candidatear al parlamento Keiko Fujimori, Pier Figari y Jaime Yoshiyama, que no tienen condena, y si ingresan al nuevo Legislativo, tendrían cinco años de ‘inmunidad parlamentaria’. Los asesores aseguran que ‘con armonía’ y ‘buena voluntad’ de diálogo entre el Ejecutivo y Legislativo, se puede lograr aprobar el pedido presidencial. Increíble.

2.-¡SE SIENTE, MECHE PRESIDENTA!: Esta propuesta la sueña Yeni Vilcatoma. Que si Vizcarra se quiere ir, que renuncie y que Mercedes Aráoz se siente en el sillón presidencial hasta el 2021. El peor error del entorno del moqueguano fue aconsejarle que ‘no comunique sus planes a su vicepresidenta’, por miedo a ‘filtraciones’. Aunque sea debió hacerlo cinco minutos antes de dar el mensaje. Ahora Meche, picona por la choteada, se siente con autoridad de realizar su juego propio, prescindiendo del mandatario, al igual que Vizcarra lo hizo con PPK. Salida improbable, porque el sureño es resentido y ya sabe que Mechita está coqueteando con el enemigo.

3.-‘CEJITAS’, EL TAPADITO: Los gremios empresariales, los grandes inversionistas y la mayoría fujiaprista apuestan a que renuncien el presidente y la vicepresidenta, y que el titular del Congreso, Pedro Olaechea, reemplace al moqueguano y sea él quien convoque a elecciones para el 2020. “Así, nos vamos tranquilitos y ordenados”, sostuvo Rosa Bartra. Comparan esta salida con la crisis del 2000, cuando asumió la presidencia Valentín Paniagua. Pero hay una diferencia, allí Fujimori se fue y renunció por fax. Además, ni Vizcarra ni Meche van a entregar sus cargos teniendo ambos un juego propio.

4.-CONFRONTACIÓN TOTAL: La deslizó el aprista Mauricio Mulder, quien fue desafiante, pues sabe que todo lo propuesto por Vizcarra debe ser aprobado por el Congreso para ser constitucional. “No hay que hacer nada”, dijo el aprista. Si el Parlamento se hace el ‘tercio’ y alarga la propuesta, volveríamos a la vieja cantaleta: el Ejecutivo propondría una cuestión de confianza y, si se la niegan, entonces Vizcarra disolvería el Parlamento y se convocarían a elecciones complementarias al Legislativo. Se quedaría con la Comisión Permanente hasta las elecciones congresales, que serían meses después, donde no habría reelección de parlamentarios y Vizcarra se quedaría, ahora sí, hasta el 2021. Esa sería la más conflictiva y peligrosa, desestabilizadora para la democracia. Como vemos, ¡esto está que quema!

Apago el televisor.

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