Este Búho ve con preocupación cómo el Gobierno de , en casi ocho meses, se está yendo por el despeñadero. No creo que puedan atribuirse todas sus penurias a su ajustado triunfo, por poco más de cuarenta mil votos, frente a Fuerza Popular. Efectivamente, el Gobierno nació con una oposición feroz, que estaba dispuesta a incendiar la hoguera, pero también es verdad que cierto sector del oficialismo siempre estuvo presto a echar más gasolina al fuego. 

Tal vez PPK no tuvo la culpa de presentar una lista parlamentaria que más parecía un sancochado. Con una alucinante pelea entre el ‘ala blanca’ como la llaman los provincianos a la que representa Bruce, ‘Meche’ Aráoz, Gino Costa, y los ‘del interior’ con Moisés Guía a la cabeza. Mientras en el Congreso el fujimorismo se presentaba monolítico, el oficialismo era una mazamorra, al punto que un congresista PPKausa planteó ¡¡la vacancia presidencial!! El mandatario jugó su propio partido. 

Al principio le dieron réditos los bailecitos, los ejercicios, pero de allí a convertirse en un viajero impenitente que deja el Gobierno solo en piloto automático, posibilitó el desgobierno y fue perdiendo autoridad. Esta quedó al desnudo con el primer gran escándalo de un Gobierno que prometió ‘lucha frontal’ contra la corrupción. Tanto PPK como el premier Fernando Zavala pasaron por agua tibia el terrible escándalo del doctor Carlos ‘Negociazo’ Moreno. 

El asesor de PPK, en temas de salud, lucraba con los servicios médicos de los más pobres. Y nunca salió del Ministerio de Salud. Hasta ahora solo goza de una suspensión. O sea ¡¡vacaciones indefinidas!! La misma conformación del Gabinete Ministerial jugó en contra suyo. La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero, no solo era del partido del prófugo Alejandro Toledo, sino que la ONG que gerenciaba a nombre del ‘Cholo’ también recibió plata de los ‘cutreros’ brasileños. ¡Y aquí no pasa nada! En plena tragedia de los huaicos, su ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Cayetana Aljovín, brilló por su ausencia. ¿Alguien la vio en una zona afectada por la tragedia? Es más, ¿alguien la ve en algún evento que no sea social?

El ministro del Interior, Carlos Basombrío, pretende tener el perfil para ser congresista o premier y se mete donde no le compete. No atina a diseñar una política efectiva contra la inseguridad ciudadana, porque no sintoniza con los mandos policiales, ya que es un hombre de escritorio y nula operatividad. Los errores de la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, también han sido clamorosos. Ahora no puede ni controlar a las procuradoras, quienes hasta han amenazado que ‘tienen bien puestos los ovarios’ y piden investigar al mismísimo PPK

Todo es una tragicomedia. Carlos Bruce, según dicen, aspira suceder a Martín Vizcarra en el Ministerio de Transportes. En medio de una crisis y de las nefastas enseñanzas que dejaron los sobornos, las coimas de Odebrecht, el presidente, Vizcarra y el premier Zavala iniciaron una aventura suicida, de pretender sacar al ‘caballazo’ el proyecto del aeropuerto de Chinchero (Cusco). 

Con adendas que hacían recordar a las de Odebrecht y demás empresas brasileñas que todavía estaban calentitas. El pueblo, la opinión pública y el periodismo independiente no son tontos. La jugada les reventó en la cara y ahora Vizcarra afronta una interpelación. Y en el colmo, la ministra de Educación, Marilú Martens, con una población sensible, se enfrenta a una creciente oposición a sus currículos escolares, donde muchos padres de familia y educadores cuestionan la llamada ‘ideología de género’. 

Es absurdo decir que ese mar de personas que marcharon hasta la Plaza San Martín son ‘ignorantes’ o ‘cavernarios’ como he leído y escuchado por allí. Hay mucha soberbia y subestiman al pueblo. Además, en este momento es políticamente suicida para el Gobierno de PPK, que cayó en su aprobación a 35%, mientras su
zzdesaprobación subió a 57%. Para colmo, PPK se abre flancos a nivel internacional. 

Su reunión con Donald Trump sirvió solo para la foto, pero ‘metió la pata’ al revelar ante un auditorio en Princeton, su alma máter, donde fue condecorado (el verdadero destino de su viaje a USA), que ‘Latinoamérica es el perrito inofensivo en la alfombra de Trump’. ¡¡Por favor, ese puede ser un chiste de un veterano congresista republicano blanco de Alabama, no de un presidente latinoamericano!! Nadie pensó que en tan pocos meses el barco de PPK se asemejara al ‘Titanic’. Hace falta un cambio de timón, urgente. Por el bien del país. Apago el televisor.

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