El mandatario Francisco Sagasti y Julio Guzmán, líder y candidato a la presidencia por el Partido Morado. (Foto: Renzo Salazar / GEC)
El mandatario Francisco Sagasti y Julio Guzmán, líder y candidato a la presidencia por el Partido Morado. (Foto: Renzo Salazar / GEC)

Este Búho chequea con atención la Encuesta Nacional de Datum del mes de enero, a solo tres meses de las elecciones presidenciales. Pese a las cercanías de los comicios, un 54 % de los encuestados respondió que votaría en blanco, viciado o ‘no sabe’. Los candidatos tienen 90 días para seducir a ese decisivo bolsón de votos, por lo que todavía nada está dicho ni definido. Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’ para que me permita ‘ver más allá de lo evidente’, en esta ‘radiografía política’ que tanto reclaman mis lectores.

GEORGE FORZAY (13 %): Si las elecciones fueran una carrera de fondo, sería como el atleta que comanda desde el arranque, pero a falta de tres vueltas los experimentados fondistas africanos (Keiko, Verónika, Guzmán) lo quieren alcanzar. Subió tres puntitos porque todavía no recibe ‘artillería pesada’ de sus adversarios. Ante la denuncia sobre cobros de 30 mil dólares en su partido para los que desean ser candidatos en provincias, se hizo el ‘mudo’. Cuidado, Castañeda Lossio se derrumbó en una anterior elección por creer que se podía ganar con solo mostrar una eterna sonrisa congelada. En los debates lo voy a ver.

KEIKO FUJIMORI (6 %): Mantiene su voto duro y le cayó como anillo al dedo que por la ‘segunda ola’ se diluya el debate político. Es más, enarboló el ‘respeto por protocolos’ y anunció que no saldrá a hacer campañas con público. En otras palabras, pretende llegar a la segunda vuelta en ‘piloto automático’ y sin chocar, para evitar que le canten sus tremendos ‘chicharronazos’. Lo que no sabe es que todos los candidatos quieren tenerla como adversaria en la segunda vuelta porque es la candidata con más rechazo, con 52 %.

VERÓNIKA MENDOZA (5 %): Aplica la táctica de dejarle el ‘trabajo sucio’ en la agitación en las movilizaciones agrícolas al Frente Amplio y se dedica a hacer trabajo en las redes juveniles, donde la presentan luciéndose en entrevistas televisivas o presentando los TikTok de su candidata ‘amuleto’, Sigrid Bazán. Apunta a capturar el voto juvenil y hasta ahora no le va mal. Tampoco recibe el ‘bombardeo’ (Nadine, Chávez, Maduro, la Villarán). Veremos si resistirá.

JULIO GUZMÁN (5 %): Su candidatura no depende de su sonrisa del chancón del aula, sino de lo mal o bien que le puede ir a su compadre morado Francisco Sagasti en Palacio. Para colmo, desafortunadas declaraciones de un congresista de su partido sobre que fuma ‘marihuana toda la vida’, donde también se le escucha al candidato, es un error político que le puede ‘pasar la factura’. En febrero veremos si la campaña de demolición que soporta actualmente hizo efecto. Por ahora debería rezar para que la vacuna llegue antes de abril y ‘Don Quijote’ se anote puntos.

YONHY LESCANO (4 %): Batalla por lograr que al menos Acción Popular pase la valla electoral, después de la hecatombe al partido ocasionada por los ‘cuatro del Apocalipsis’: Manuel Merino, Ricardo Burga, Raúl ‘Pollo’ Diez Canseco y ‘Vitocho’ Belaunde.

DANIEL URRESTI (3 %): Muy tarde bajó su tono ‘bochinchero’. Entre el juicio por la muerte de un periodista, pero, sobre todo, por los impresentables jefes de su partido Podemos Perú, José Luna padre e hijo, se rezagó y ni los irresponsables ofrecimientos a los aportantes de la ONP lo hacen subir.

HERNANDO DE SOTO: El economista no hace honor a su apellido de conquistador español. A tres meses de las elecciones, parece que no confía en sus fuerzas o ya se siente perdedor anticipadamente. Evita entrevistas y ya se olvidó cuando retaba a Verónika Mendoza y viajaba a provincias. El tío se esperanza en que un ‘genio’ de las redes le levante su candidatura. Tiene que moverse más rápido y lanzar un mensaje que ‘pegue’. La generación ‘TikTok’ no lo conoce.

CÉSAR ACUÑA: Aunque no lo crean, el Jurado Nacional de Elecciones le hizo un inmenso favor a ‘Plata como cancha’, al pretender excluirlo por no declarar una propiedad. Fue su oportunidad para que por fin aparezca en la foto y la ciudadanía se enterara de que el norteño estaba en competencia. Si bien salió del pelotón de los ‘pitufos’, una campaña sin mítines ni reuniones públicas perjudica a un candidato especialista en la nefasta costumbre de entregar plata y hacer regalitos a cambio de votos. Hasta el momento juega de mantequilla. Pero, como les digo, esto recién empieza.

Apago el televisor.


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