Este ve la coyuntura política más movida que noche limeña del viernes, con los banderazos de los hinchas de Flamengo y River. Por eso, agarro mi ‘espada del augurio’ de los ‘Thundercats’ para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ en esta ‘radiografía política’ que tanto reclaman mis lectores.

MARTÍN VIZCARRA: Este columnista advirtió que las encuestas son efímeras, engañosas. De octubre a noviembre, según el sondeo del Instituto de Estudios Peruanos, la aprobación del moqueguano se desplomó ¡12 puntos! Una de las causas es que a algunos ministros de su opaco gabinete le descubrieron ‘chicharrones’ de vulgar nepotismo, como a la renunciante ministra de Salud, Zulema Tomás, quien metió a su familia a trabajar al Estado. También lo hizo bajar el hecho de entrometerse en el proceso electoral de enero y no ser imparcial, como manda la ley, mientras se queda ‘mudo’ y hace el ‘pasito para atrás’ de Michael Jackson para no hablar de la terrible inseguridad ciudadana que azota al país. Que deje de lado la politiquería doméstica y que gobierne de verdad sobre los principales problemas del Perú.

KEIKO FUJIMORI: Las declaraciones de Jorge Yoshiyama, mano derecha de su tío Jaime para reclutar ‘aportantes fantasmas’, de que ‘ella sabía del millón entregado por Odebrecht y ordenó que no se lo dijeran a nadie’, la dejó muy mal parada. Pero el testimonio de Dionisio Romero, mandamás del Banco de Crédito, que reveló que ¡entregó 3.65 millones de dólares en maletines en la mano de Keiko!, supuestamente para la campaña del 2010, sí que se asemejó al iceberg gigante que hundió al Titanic. Los naranjas están desesperados y ya le han dicho a Martha Chávez que evite hablar de la ‘China’. Por otro lado, la ‘huelga de hambre’ de Mark Vito, en una carpa frente al penal donde está su esposa, linda más con lo circense cuando el protestante, en memorable entrevista con Trome, solo habló de las bondades de la ‘hamburguesa extrema de Bembos’. Para muchos, esas actitudes constituyen ‘payasadas’ dirigidas a ‘presionar’ al Tribunal.

FISCALES AMENAZADOS: Solo en el Perú. A los fiscales del Equipo Especial Lava Jato, Rafael Vela y José Domingo Pérez, quienes están logrando darles golpes contundentes a las mafias intocables desde siempre en el país -donde han caído desde políticos y empresarios hasta jueces no solo vinculados a la corruptora brasileña Odebrecht, sino también a ‘otros rubros’-, los amedrentan, en vez de brindrales todas las facilidades y reconocimientos desde el interior de la Fiscalía, su propia casa. Hostilizan al fiscal José Domingo Pérez, quien, justamente con las declaraciones de empresarios como Dionisio Romero, confirma su tesis de ‘la ruta del dinero’ en el caso Cocteles, que involucra a Keiko. Según Vela, los ataques y las maniobras administrativas son promovidos por el cuestionado, denunciado y todavía fiscal supremo Pedro Chávarry, quien fue ‘blindado’ una y mil veces por la mayoría del Congreso disuelto, todo con la intención de apartarlo a como dé lugar del caso que involucra a la protectora del ‘Hermanito Pedro’. ¿Favor con favor se paga?

OLLANTA HUMALA: Razón tenía Luis Alberto Sánchez cuando decía que en el Perú la gente pierde la memoria. Se pasó el expresidente Ollanta Humala, aquel al que la sabiduría popular bautizó como ‘Cosito’ porque su esposa Nadine Heredia se entrometía y tenía tanta influencia en el gobierno que no solo botó al vicepresidente, se refería en público a ‘mis ministras’, despachaba con el ministro de Economía, echó al premier César Villanueva, designaba ministros y funcionarios, y, para vergüenza del Cuerpo Diplomático, nombró embajadora en Francia a su obstetriz. Ahora Humala se achora, golpea la mesa y niega en mil idiomas ante las interrogantes sobre la intromisión de su esposa en su gobierno. ¡Si hasta su propio padre, Isaac, denunció que su hijo era ‘un saco largo’ y que era Nadine quien gobernaba y ‘estaba borrachita de poder’! Sin ningún rubor, Ollanta dice que está recorriendo ‘con un termómetro el país para medir la tensión social y no descarta seguir en la política’. ¡Por favor! Que el termómetro lo utilice para tomarse la presión, porque el fiscal Germán Juárez Atoche ya presentó acusación fiscal en su contra y pide para él 20 años de prisión por lavado de activos y 24 para su esposa Nadine, por haber recibido millones de dólares del gobierno chavista y de Odebrecht, con testimonios del propio Jorge Barata, quien asegura que les entregó el dinero personalmente.

Apago el televisor.

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