El Búho analiza la era Putin en Rusia
El Búho analiza la era Putin en Rusia

Este no solo habla de fútbol, a propósito de la Copa del Mundo de Rusia. Hay mucho que decir del gran país de Fiódor Dostoievski.

LA NUEVA RUSIA DE PUTIN:
Me comunico con mis colegas enviados especiales del diario y me cuentan cosas muy curiosas de la sociedad rusa. Definitivamente, le impregnó a esta nación un nuevo impulso, para bien o para mal, aunque para la mayoría de rusos que lo reeligió recientemente, es para bien. El país estaba hundido en una crisis moral y política sin parangón durante el gobierno del alcohólico Boris Yeltsin, quien lo nombró primer ministro para que salve su pellejo y el de la nación, lo que trajo un renacer y una nueva moral al elevar la autoestima del habitante común ruso, apelando al recuerdo de los viejos tiempos de la gran Rusia de Catalina la Grande o las victorias del Ejército Rojo comunista cuando llegó hasta el centro de la Berlín nazi y colocaron la bandera de la Unión Soviética. En eso Putin fue muy pragmático y aplica la táctica del líder de China comunista, e introdujo la economía capitalista en su pais: ‘No importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones’.

DISNEYLANDIA CON TANQUES Y SIN MICKEY: El presidente ruso es responsable de la construcción de una ¡Disneylandia militar!, ubicada a una horita de Moscú, según me datea el enviado especial Javier Cabello. Como lo leen. Se llama ‘Patriot Park’ y como su nombre lo indica, es un parque de diversiones patriótico dirigido a los niños. Los infantes no se divierten con carruseles ni montañas rusas. Aquí los niños se montan en los tanques rusos de verdad y se dan paseos o manipulan lanzagranadas. Para el exagente secreto de la antigua KGB, el objetivo es explotar el turismo vendiendo la imagen de la Rusia como potencia militar e infundir el patriotismo en la niñez y juventud. Hay que ser !bien Putin! para darles granadas a los niños para que jueguen y se diviertan.

RASPUTIN, DURO DE MATAR: Uno de los tours más solicitados en San Petersburgo es la visita guiada, en grupos reducidos, al fastuoso palacio Yusúpov. El tour cuesta 60 dólares y los visitantes ingresan a la célebre bodega, en el sótano, donde fue asesinado el tristemente famoso Grigori Yefímovich Rasputin, el ‘Monje loco’. El siniestro personaje que nació en un humilde pueblito de Siberia y llegó a convertirse en el personaje más influyente para la familia real de los Romanov, sobre todo para la zarina Alejandra. En 1916, fecha de su asesinato, Grigori Rasputin fungía de monje y sanador. Se hizo de una reputación entre la aristocracia rusa y la zarina lo mandó llamar. Su único hijo, Alexis, sufría de hemofilia, ya cinco parientes de la reina habían muerto por esa enfermedad y temía lo peor. Rasputin, el hombre de la barba y la levita negra, realizó rezos, conjuros y vigilias y la hemorragia cesó. La pareja real lo convirtió en su protegido y le hacía caso en asuntos de gobierno. Se cuenta que practicaba orgías en el palacio con esposas de miembros de la corte y militares, y se decía que tenía poderes hipnóticos. Hasta una leyenda urbana hablaba de las dimensiones exageradas de su miembro viril. Su influencia para muchos miembros de la corte era negativa porque, junto a la zarina, estaba planeando un acuerdo de paz con Alemania, y por ello planearon su asesinato. El príncipe Felix Yusúpov, sabiendo que el monje deseaba a su bella esposa, lo invitó a su palacio para presentársela, pero se trataba de una trampa. Planearon asesinarlo dándole de comer pasteles rellenos con cianuro. En el sótano, el príncipe le invitó los dulces y el monje los engullía uno tras otro, pero no moría. Luego le brindó una copa llena de cianuro y nada. En sus memorias Yusúpov relata que fueron tres copas las que le ofreció con la pócima mortal y el monje estaba normal: ‘Solo me da vueltas la cabeza y tengo un poco de ardor en el estómago’, respondió. Desesperado, el príncipe le disparó por la espalda. Cuando fue a cerciorarse de su muerte, Rasputin se le abalanzó, lucharon y los otros conjurados le dispararon tres tiros más. Lo envolvieron en unas sábanas y lo lanzaron a las aguas heladas del río Neva. Un día después, su cuerpo fue encontrado congelado. Cuando le hicieron la autopsia, todos se asombraron de que la causa de su muerte fue por ahogamiento. ¿Y el cianuro y los balazos? Desde allí se labró la leyenda negra de los poderes sobrenaturales del siniestro Rasputin. Toda un mito en Rusia. Apago el televisor.

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