No dejes de leer a nuestro columnista El Búho.
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Este Búho continúa respetando la cuarentena decretada por el gobierno, pese a que en plena Semana Santa en el país los fieles ya no pueden interactuar visitando iglesias o realizando los ritos tradicionales. Se debe preservar la vida de los ciudadanos y se podrían disparar más las cifras de contagios y muertes que no tienen parangón en el país desde que en marzo del año pasado se decretó la cuarentena inicial por la ‘primera ola’ de la pandemia.

Hoy las cifras de fallecidos son muy preocupantes y muchas autoridades prefieren ignorarlas. Tres mil muertos semanales desde que en marzo se inició la ‘segunda ola’ donde apareció la letal ‘cepa de Manaos’. Antes que aparezca este virus maldito, los peruanos afrontaban los días de feriados por la fecha religiosa de dos maneras. Los que sí lo hacían con fe, pero también los ‘diablos’ que transformaban la Semana Santa en ‘Semana Tranca’. Antes de marzo del año pasado, miles de jóvenes, y también adultos, aprovechaban los días feriados para irse de juerga. Ejércitos de ‘jugadores’ escapaban a las playas para hacer campamentos donde, en muchos casos, los muchachos tienen sexo sin control ni protección a lo Sodoma y Gomorra. Increíble, ¡cuando la Semana Santa conmemora la pasión y muerte de Jesucristo!

En estos cuatro días de Semana Santa no se puede salir de casa, ni siquiera pisar las playas ni los malecones. No podrán reunirse. Ni siquiera hay movilidad para ir a los balnearios. Hoy, los más jovencitos desafían suicidamente a la pandemia. No hacen caso a las ordenanzas de mantenerse en su casa y no aglomerarse.

Basta darse una vuelta por algunos parques y plazas para comprobar que son puntos obligados de los llamados ‘pulpines’, entre ellos los integrantes de las llamadas ‘Armys’, que dejan por un momento las computadoras y se mandan a ‘refrescarse’ la garganta, igual, sin descuidarse de estar al tanto de las redes.

Están muy activos con el celular. Muchos se dedican a tomar un licor que es totalmente distinto a otras generaciones, el llamado ‘Four Loko’, con distintos sabores de Gold, Blue, Green, Purple, Sandía. Un alucinante brebaje en lata que de verdad desquicia a los jovencitos y jovencitas que se atreven a tomarlo como si estuvieran en el desierto del Sahara. El dulce sabor de este licor de malta frutado oculta el 12% de alcohol en la bebida. Una lata de ‘Four Loko’ es equivalente a casi 5 copas de vodka, cerveza o vino. Las malas experiencias de algunos muchachos con este infame trago han generado que el producto sea catalogado como ‘coma etílico en lata’ o el dulce que te hará ‘perder la virginidad’. Su valor oscila entre 11 y 13 soles. Y esa es la razón por la que se ve cada fin de semana algunas tiendas que paran llenecitas de consumidores que ni siquiera se pueden poner de pie después de la primera lata y tampoco saben quiénes son los candidatos presidenciales. Después de todo esto, solamente me queda preguntarme si la pandemia no es un verdadero castigo divino.

Apago el televisor.


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