Este Búho cree no equivocarse cuando sostiene que (‘Juego de tronos’) es la mejor serie de televisión de la historia. Acaba de arrasar, una vez más, . Es un drama fantástico, ambientado en una época que parece medieval, donde han vuelto a aparecer dragones que apoyan a una reina en busca del ‘Trono de hierro’, que es disputado sangrientamente por señores de los siete reinos dispuestos a todo, con tal de capturar el poder.

Simultáneamente, todos vislumbran en Game of Thrones que el principal enemigo no está entre quienes combaten en una guerra tan larga y que acaba con la vida de varios de sus protagonistas. Saben que el verdadero peligro está muy lejos, más allá de la inmensa muralla de hielo en el norte, que protege a los reinos de lo desconocido, donde se prepara un ejército de zombis, los hombres blancos, los que devoran recién nacidos, los que no pueden morir a menos que incineren sus cadáveres, quienes están preparando una invasión que puede acabar con todo y todos, porque llegarán cuando comience el invierno que cubrirá de noche los reinos, los bucólicos puertos como King’s Landing o reinos del Poniente, como Invernalia y, cuando eso suceda, no habrá día, luz solar, solo la helada noche, oscuridad que puede durar años, según relatan las ancianas con voz gutural a sus nietos antes de hacerlos dormir.

Y los zombis no tendrán piedad de los humanos. Esta épica epopeya en Game of Thrones fue elucubrada por George R. R. Martin, un afamado escritor de libros de ciencia ficción y guionista de Hollywood, quien un día decidió enclaustrarse en su rancho de Texas para dar forma a su ambiciosa saga titulada ‘Canción de hielo y fuego’, cuyo primer libro fue un boom editorial, con millones de copias vendidas, y firmó un contrato millonario no solo para ceder los derechos de autor a la cadena HBO. También fue contratado para que trabaje en los guiones de la serie y para seguir escribiendo más libros hasta que se cumplan nueve temporadas, que es lo que los productores tienen previsto que dure la serie. Aquí los lectores de los libros han entrado en conflicto con los productores de la saga y el propio autor, pues lo acusan de demorar el lanzamiento de los tomos para darle tiempo a los realizadores que filman actualmente las dos últimas temporadas en alucinantes locaciones, como castillos en Belfast, Sevilla, Croacia o Malta.

Si muchos piensan que ‘Los Soprano’, otra exquisita criatura producida por HBO, es la mejor serie de todos los tiempos, es porque no han visto Game of Thrones. Acaba de acumular 38 premios Emmy, en seis temporadas. Es decir, la más premiada de la historia, superando a ‘Frasier’. Hasta el momento ha obtenido 106 nominaciones. Y este año y el anterior ha ganado el llamado premio gordo de los reconocimientos de TV: ‘La mejor serie dramática’. Nada de esto sería posible sin el puñado de actores, muchos de ellos debutantes, que han encarnado a la perfección a personajes inolvidables, entrañables o malvados, adolescentes tiernas y asesinas, como Arya Stark; o una reina bella y cruel como Cersei Lannister, que se acuesta con su hermano, procrea hijos con él y manda a matar a su marido el rey.

También una linda reina cuyos ‘hijos’ son tres dragones que hasta achicharran niños pastores; un héroe, Jon Nieve; y el más querido de todos los personajes, el inolvidable Tyrion Lannister, interpretado por un monumental enano, un eterno actor secundario en varias películas de Hollywood, Peter Dinklage incluso quien se lleva todo el crédito y los honores. La cabeza de este personaje, tierno y cínico a la vez, ha estado a punto de rodar a manos de su hermana y su propio padre. A este último lo mata porque lo engañaba con una prostituta de la que él estaba perdidamente enamorado, y también estranguló a la infiel. Por eso, mientras vaga por el mundo, bebe ingentes cantidades de vino y se va de noches putañeras.

Este Búho no es aficionado a las modas. Cuando la comencé a ver, en el 2015, ya todo el mundo hablaba de Game of Thrones y tenía tres o cuatro temporadas al aire. Desconfiaba de tanta ‘propaganda’. Pero bastó que viera aquella primera temporada, de corrido, toda una madrugada, para engancharme con aquel mundo mágico, como sacado de los cuentos infantiles, pero impregnado también de maldad, con imágenes terriblemente chocantes, donde hay política como en pleno siglo XXI. No por nada muchos importantes líderes mundiales siguen con atención una serie como esta, y también ‘House of cards’, de Netflix. En estos tiempos modernos, la televisión, con producciones tremendas, le está dando dura batalla al cine. Y no me cansaré de recomendar ‘Juego de tronos’. Apago el televisor.

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