El fotógrafo Gary llegó al restaurante por unos tallarines a lo Alfredo con crema de leche, trocitos de chancho, queso parmesano rallado, perejil picadito encima y, para la sed, una manzanilla calientita.

“María, la población arequipeña y, en general, todos los peruanos estamos indignados por el , destacados productores de pisco en Arequipa cuyos destilados ganaron numerosas distinciones. Los venezolanos José Salcedo y Alexander Bravo, quienes trabajaban para ellos desde hace unos meses y que desaparecieron tras los crímenes, son los principales sospechosos.

Los esposos decidieron apoyarlos sabedores de su difícil situación pues, como los más de 750 mil venezolanos que están en nuestro país, ellos también llegaron huyendo del hambre, de la violencia incontrolable y de la carencia de toda clase de servicios en su patria por culpa del impresentable de Nicolás Maduro. Así que les dieron trabajo y un lugar donde vivir. A cambio, estos miserables decidieron asesinarlos de la manera más terrible para robarles su dinero y joyas.

El cadáver de la señora fue hallado en una habitación de su vivienda en el fundo ‘De La Fuente’, atado de pies y manos en una silla y amordazado con cinta adhesiva.

El esposo fue enterrado en su chacra, a 40 minutos de la casa. Su cabeza presentaba graves quemaduras. Los encontraron cuatro días después de su muerte. Después de eso, los venezolanos desaparecieron, pero son tan sinvergüenzas y desprecian tanto a la Justicia peruana, que hasta se tomaron fotografías en la frontera con Ecuador, país al que fugaron, y las colgaron en sus redes sociales.

Después, pusieron otras imágenes, en las que se les ve dándose la gran vida, pues aparecen en piscinas, relajados y disfrutando del sol ecuatoriano mientras sonríen y beben tragos exóticos. Por eso, los . Se entiende esa reacción, pero tampoco se puede meter a todos los ‘llaneros’ en el mismo saco, pues la gran mayoría son gente decente que trabaja de forma honrada.

Lo que sí se debe exigir al presidente Martín Vizcarra es que mejore su política migratoria no solo para impedir que toda clase de delincuentes ingresen al Perú, sino también para comenzar a restringir el ingreso en general, pues el país no cuenta con los recursos para atender a una ola tan grande de migrantes. Las autoridades también deben ser más exigentes en los controles fronterizos y en las ciudades, y el Ministerio Público y la policía deben trabajar para capturar a los principales sospechosos de este doble homicidio, que no puede quedar sin castigo.

Que se tramite cuanto antes la orden internacional de captura para que los traigan cuanto antes. Los culpables deben pudrirse en prisión”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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