Vania Bludau.
Vania Bludau.

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un chaufa de mariscos con cremitas, rocotito y, para la sed, un emoliente al tiempo. “María, el sábado veía con tristeza a la modelo Vania Bludau contar en televisión sus intimidades con sus anteriores parejas, a quienes hasta ponía nota a su desempeño sexual.

No soy un santurrón ni mucho menos, pero no entiendo a algunas chicas de hoy cuando salen a malograr su reputación de esa forma. Si una mujer no se respeta a sí misma, quién lo va a hacer. Una niña, una joven, una mujer adulta, sea soltera o casada, lo que nunca debe perder es el pudor. Por esto que digo, seguro algunos que se presentan como feministas, liberales o de ‘mente abierta’ dirán ‘qué machista’.

A esos habría que preguntarles si estarían de acuerdo si su hermana, su pareja o su madre salieran a ventilar sus cosas íntimas. Tampoco creo que los hombres deban salir a contar lo que hacen entre sábanas y mucho menos a nombrar a las mujeres con quienes estuvieron.

El español Fabio Agostini hace días relató en televisión sus encuentros sexuales con varias chicas. Un hombre bien nacido no puede decir esas cosas ni a los amigos. Entre sus víctimas hay una que ya es madre de familia y otra que está casada, pero no le importó. Después de ganar miles de soles por embarrarlas, salió a pedir disculpas. ¡Y todavía le dan trabajo en televisión! Lo más triste es que este tipo de actitudes las ven los chicos y chicas y se va normalizando.

Comienzan a creer que está bien cambiar de pareja con la misma facilidad con que se cambian de medias. Que está bien que los hombres basureen a las mujeres. También, que vean el sexo como un juego, sin pensar que es algo muy serio que puede traer consecuencias mortales, como la transmisión de peligrosas enfermedades o embarazos no deseados y otras situaciones de riesgo, si no se toman las debidas precauciones.

En nuestro país, miles de adolescentes quedan embarazadas cada año, con lo que muchas se ven condenadas a vivir en la pobreza junto a sus hijos. Los jóvenes deben estar preparados física y emocionalmente antes de tener relaciones íntimas. Por eso siempre digo que los padres deben conversar con sus hijos y enseñarles valores como la honestidad y el respeto a uno mismo y a los demás. ¡Que respeten su cuerpo!

Hay que enseñarles que el dinero es importante, pero no lo más importante, y que se puede conseguir trabajando sin sacrificar la dignidad ni el buen nombre. Porque tenemos seres queridos como hermanos, padres o hijos que pagarán las consecuencias de nuestras acciones”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense   

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