El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un poderoso sancochado con carne de res, pollo, papa, choclo, col y su choricito que le da un rico sabor. Para beber, se pidió una jarrita de agua de cebada. “María, hoy más de inician sus clases en todo el país. Sin embargo, muchos colegios nacionales, y particulares también, no cuentan con una adecuada infraestructura, pues ni siquiera tienen baños decentes. En otros lugares, las lluvias han provocado inundaciones y por eso se han postergado las clases. Al margen de eso, el bajísimo nivel de nuestras escuelas y profesores han puesto al Perú en los últimos lugares en matemáticas, ciencia y comprensión lectora, entre los 65 países que participan en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés). Una vergüenza. La principal responsabilidad es del Estado, que desde hace décadas ha relegado a la educación al último lugar de las prioridades. Es lo que menos importa a nuestros políticos. Una lástima y un gravísimo error, pues solo con educación un país puede vencer el atraso y la pobreza. Sin ella, estaremos condenados a ser una nación pobre e ignorante. Lo mismo pasa con las personas. Los que están mejor preparados podrán triunfar en la vida. Por eso, alumnos, profesores y padres de familia debemos estar conscientes de esta crisis que, lejos de desanimarnos, debe motivarnos a esforzarnos más. Que un colegio no tenga carpetas, laboratorios ni libros, no significa que sus estudiantes estén condenados a ser malos. Al contrario, podrían ser los mejores si se dedican a estudiar de manera seria y disciplinada para suplir esas carencias. Los profesores también tienen el deber de prepararse mejor, pese a las limitaciones económicas, para ofrecer una mejor educación a sus alumnos, que son como sus hijos.

Los padres también deben esforzarse, motivando a sus hijos, dándoles las mejores herramientas para su desarrollo. Las increíbles respuestas que escolares y estudiantes universitarios dan a reporteros de televisión, que hacen sencillas preguntas de cultura general, demuestran el nivel paupérrimo de nuestra educación. Los muchachos no saben quién es Abraham Valdelomar, Ciro Alegría o César Vallejo. Mucho menos conocen nada de sus obras. Eso no solo es culpa de la escuela, también de la familia, de los padres. Un papá que conversa regularmente con sus hijos sobre cómo les va en el colegio, que se interesa por sus estudios, conocerá su nivel. No importa que un muchacho esté en el peor o en el mejor colegio, los padres tienen la obligación de guiarlo y motivarlo en su aprendizaje. También hablarles de todo, interesarse por sus problemas, más ahora que está en polémica el Currículo Escolar, que ya ha generado marchas y rechazo por parte de miles y miles de padres de familia”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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