Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz con pato aderezado con cervecita negra, servido con salsa criolla y, para tomar, una jarrita de chicha morada fresquecita. “, se vienen las fiestas de fin de año, las vacaciones de verano y pienso en la juventud de hoy. Muchos chicos y chicas viven en libertinaje. Ahora es normal que hasta adolescentes menores de edad se vayan a campamentos en la playa con adultos, incluso que les doblan la edad, con los que pasan dos o tres días juntos emborrachándose. ¡Y sus padres los dejan porque les tienen miedo!

Antes era impensable que un adolescente se amanezca en una fiesta y, mucho menos, que alguna chica se vaya a pasar la noche en casa del enamorado. Hoy hasta hay fiestas ‘semáforo’, ‘arcoíris’ y otras por el estilo donde las chicas se emborrachan, drogan y tienen sexo con varios a la vez delante de otras personas. Esto no es exageración, es una realidad. Por eso, el rol de los papás es importante en la . Algunos consejos de los expertos para padres de adolescentes:

* Los padres no pueden ser ‘amigos’ de los hijos. Los padres están para imponer disciplina, guiar y enseñar, no para caerle bien a los chicos. Eso no significa que no deban ganarse la confianza de estos.
* Hay que establecer horarios. Deben haber límites para la llegada a casa. Si van a fiestas, se debe conocer con quiénes estarán y dónde. Si se considera que la compañía o el lugar no son apropiados, hay que negar el permiso. No hay que sentirse mal si se molestan o hacen rabietas.
* Padres e hijos deben ponerse de acuerdo en la hora que estos saldrán de la fiesta y hacer todo lo posible para ir a recogerlos. Los mayores peligros suelen estar tras salir de una reunión. No dejar que se amanezcan fuera de casa.
* Hay que explicar a los chicos que se les impone límites y se les niega permisos porque existen graves peligros. Para varones y mujeres. Hoy cualquier chiquillo, por ejemplo, puede cargar un arma de fuego y convertir una reunión en tragedia.
* Es de gran ayuda juntarse con los padres de los amigos de los hijos para dar seguridad y controlar mejor a los chicos.
* Hay que conversar siempre con los hijos, escuchar todo lo que quieran hablar sin apresurarse a juzgarlos. Se debe tratar de entender sus ansias y temores. Luego aconsejarlos.
* Darles amor y respeto. Hacerles saber que estamos orgullosos de ellos.
* Los hijos deben saber que todo lo que hagan tiene consecuencias. Y que deben asumirlas. Así, si cometieron una falta, deben recibir un castigo justo que se debe cumplir sí o sí. Puede ser dejarlos sin ver la televisión un día, no salir un fin de semana, o nada de computadoras por determinado tiempo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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