Mi amigo Gary llegó por su estofado de cordero con papas nativas y hojitas de laurel, además de su jarra de emoliente tibiecito.

, renunció y, contra todo pronóstico, el dólar no se disparó ni se desplomó la Bolsa de Valores. No hay ningún descalabro en la economía, corrida de inversionistas ni malos augurios. La BBC de Londres se ocupó del tema y en un artículo informó que ‘Perú pone en alerta máxima a la policía, crece la expectación mundial, renuncia el presidente. Y la economía... como si no hubiera pasado nada’. Agrega que ‘la agencia Fitch Ratings -uno de los termómetros de la economía mundial- mantuvo la calificación crediticia del país, la bolsa subió, el dólar bajó, y el terremoto político pasó sin provocar un caos económico’. Para los analistas, la explicación es que la economía peruana tiene bases sólidas y ya ha pasado el trauma de los años 80. Eso significa que las inversiones continuarán y podemos mantener la esperanza de avanzar hacia el crecimiento económico. Pero si bien la macroeconomía depende del gobierno, sus medidas y el panorama internacional, los ciudadanos de a pie debemos preocuparnos por manejar bien la economía del hogar, la que se siente en nuestros bolsillos. Esto es, medir nuestra capacidad de gasto y planificar, ahorrar y no excedernos con el uso de la tarjetita. Aquí te dejo algunos tips para tus lectores.

* Fija tu presupuesto. Significa establecer los ingresos y gastos que se producirán durante un período. Puedes hacer presupuestos anuales y mensuales.
* Estima tu capacidad de ahorro. Una parte, por más pequeña que sea, debe destinarse al ahorro del hogar. Con ese dinero se pueden resolver situaciones eventuales e imprevistas, para evitar deudas.
* Controla tus gastos. La mejor manera es un registro con montos, fechas y motivos. Se recomienda uso de Excel para llevar mejor las cuentas.
* Determina tus gastos fijos y variables. Eso permite una mejor planificación y te ayudará, por ejemplo, a conocer cuándo dejarás de pagar mes a mes las cuotas de un préstamo o compra a crédito.
* Usa la tarjeta solo cuando sea necesario. Solo para ocasiones urgentes. Paga en pocas cuotas para evitar cubrir solo el pago mínimo mensual, pues los intereses son muy altos.
* Evita las deudas. Gastar menos de lo que se gana es esencial para tener seguridad económica. Para ello es importante establecer las diferencias entre las necesidades y los deseos”.

Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.

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