estafas, robo de información y ciberacoso son algunos de los peligros que rondan por Internet
estafas, robo de información y ciberacoso son algunos de los peligros que rondan por Internet

Mi amigo Gary llegó al restaurante por su carapulcra de chancho, su ensaladita de cebolla arequipeña y ají limo, con su jarra de emoliente tibiecito.

“María, las estafas no cesan y cada vez salen más modalidades. Han inventado hasta el cuento de la promoción escolar y engañan a los padres de familia y sus hijos, quienes se quedan varados, con sus maletas listas, esperando el bus que supuestamente los va a llevar de viaje, pero nunca llega, pues unos estafadores simularon contratos, cobraron y desaparecieron. O bien, los niños o adolescentes van con sus papás al local que la empresa presumiblemente ha contratado para la fiesta de promoción, pero se dan con la sorpresa de que allí se realiza otra actividad o la dirección simplemente no existe.

Hay una modalidad parecida hasta en el rubro de los sepelios, mediante la cual los deudos contratan a supuestas agencias funerarias, que les cobran por el cajón, el cortejo fúnebre y el nicho, pero los falsos vendedores se hacen humo y dejan al muertito vestido y alborotado. Y ni qué decir de las clásicas modalidades como ‘la cascada’, ‘el tumi de oro’, ‘la lotería’ y otras que tienen décadas, pero los ingenuos siguen cayendo. O también la ‘pirámide’, ‘el bitcoin’ o ‘criptomonedas’, incluso por internet, de supuestas inversiones que generan gran rentabilidad, pero al final el dinero solo va al bolsillo de los embaucadores. Aquí te dejo algunas recomendaciones para evitar caer en las redes de esos tramposos.

Esté siempre alerta. Los estafadores generalmente se hacen pasar por una persona que inspira confianza, como un funcionario, un familiar, representante de una entidad de caridad o de una empresa con la cual usted tiene una relación comercial.

Investigue por internet. Si sospecha de algo, ingrese el nombre de la empresa, persona o producto y agregue las palabras ‘comentarios’, ‘queja’ o ‘estafa’. Se podría dar con una sorpresa.

No pague fácilmente por adelantado. Así le muestren documentos o le den información precisa para ganarse su confianza. Pague solo si está seguro que la empresa es legal y de garantía.

No acepte premios, donaciones o dinero por ningún otro concepto si usted no ha participado en inversiones, concursos o sorteos. Nadie puede elegirlo al azar o porque le gusta la foto de su perfil en las redes sociales para entregarle un premio que usted nunca pidió.

Esté alerta a las llamadas de los estafadores que hacen el cuento del familiar detenido o accidentado. Establezca mecanismos de comunicación con los miembros de su familia para evitar caer en manos de los timadores”. Mi amigo tiene razón. Me voy, cuídense.

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